Edgardo Garrido Merino comenzó a colaborar en el diario El Chileno, cuando bordeaba los trece años de edad. A pesar de que su carrera diplomática lo mantuvo lejos del país por mucho tiempo, el autor continuó su comunicación con el territorio nacional a través de crónicas que publicaba en distintos medios como la revista En Viaje, el diario El Ilustrado, La Nación, entre otros. En el diario El Mercurio, hacia 1934, publicó colaboraciones en una columna llamada "Estampas de España". En ella, Edgardo Garrido Merino abordó distintos ámbitos de la cultura española y los dio a conocer a los lectores chilenos.