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Crítica

María Carolina Geel se dedicó de forma exclusiva a la labor crítica desde 1961, abandonando para siempre la ficción y publicando en diarios y revistas, tales como La Crónica, la revista Atenea y el semanario PEC (Política, Estudios y Cultura), entre otros. Cabe destacar que entre los años 1978 y 1980 publicó una columna de crítica literaria en el diario El Mercurio.

La escritora supo delimitar bien su espacio discursivo, oponiéndose a la voz crítica hegemónica; por ello es que tuvo una marcada predilección por analizar las obras de escritoras y de autores no canónicos. Según Ivette Malverde, tres son los aspectos particularmente interesantes de su trabajo: "su preferencia por comentar escritores marginales para su época, su fina conciencia idiomática y su clara percepción de las perspectivas genéricas subyacentes en las obras que comenta" ("María Carolina Geel", Pinto Patricia y Benjamín Rojas (eds). Escritoras chilenas: Críticas literarias, Santiago: Cuarto Propio, 1ª edición, 1998, p.105). Malverde destaca el ensayo El ángel y el león de Enrique Espinoza, al considerar que en éste María Carolina Geel presenta un adelantado análisis textual con énfasis en lo genérico sexual.

María Carolina Geel no sólo escribió sobre las obras de autores chilenos sino que también de reconocidos intelectuales extranjeros, entre ellos, José Ortega y Gasset, Rainer Maria Rilke, Umberto Eco. Asimismo, abordó temas de educación, ciencia, religión y cultura.