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Homenajes a Gómez Rojas en las décadas de 1930 y 1940

En los meses próximos a la muerte de José Domingo Gómez Rojas en septiembre de 1920, hubo varios homenajes en honor a la memoria del poeta, como, por ejemplo, los que aparecieron en Claridad y Juventud, revistas de la Federación de estudiantes. Sin embargo, en "los años inmediatos a su fallecimiento", las conmemoraciones "se distinguieron por la frialdad en el homenaje", pues se redujeron a la publicación de algún artículo en Claridad, aspecto que contrastó con el ánimo presentado previamente. Esta situación se mantuvo hasta 1935, cuando hubo un resurgimiento de la figura de Gómez Rojas, interés que se extendió hasta la década de 1940 (Alburquerque Fuschini, Germán. "Gómez Rojas, el Cristo de los poetas". Derecho y Humanidades. Número 7, 1999, p. 156).

Este nuevo conjunto de homenajes se materializó en la publicación de libros que recuperaron la obra del escritor y también en romerías y actos organizados por escritores y estudiantes. También, se le incluyó como uno de los jóvenes de la generación del veinte en la edición número 28 de la revista Babel, publicada en 1945, en la cual se publicaron artículos escritos por los mismos integrantes de la generación.

Los libros publicados estuvieron a cargo de representantes de los escritores y de los estudiantes universitarios. Por un lado, en 1935, Antonio Acevedo Hernández (1886-1962) editó Elegías, texto en el que reunió parte de la obra de Gómez Rojas publicada en medios periódicos, así como los poemas que el joven estudiante escribió durante su tiempo en prisión. Acevedo Hernández fue amigo de Gómez Rojas y uno de los escritores que recibió su estímulo para desarrollar su obra y publicarla, así como también ocurrió con José Santos González Vera (1897-1970) y Manuel Rojas (1896-1973) (Alburquerque Fuschini, Germán. Gómez Rojas, el Cristo de los poetas. Tesis para optar al grado de Licenciado en historia. Universidad Católica de Chile, 1997, p. 12-13).

Por el lado de los estudiantes, la Federación realizó la publicación de dos antologías que incluyeron una reseña de la obra y vida del escritor: Gómez Rojas. Realidad y Símbolo (1937) y Popularización de Gómez Rojas (1939), a cargo de Andrés Sabella (1912-1989), quien por este periodo realizaba sus estudios de Leyes en la Universidad de Chile.

En ambos textos se aludió a Gómez Rojas como una figura modelo, un guía para el estudiantado por haber sido un "estudiante magnífico, valioso escritor y amigo leal del pueblo: su sombra tutela los días del universitario chileno" ("Nota de la Fech". Sabella, Andrés. Gómez Rojas. Realidad y Símbolo. Santiago: Impr. Cóndor, 1937, p. 5). En el caso de Popularización de Gómez Rojas, la Federación indicó que este libro correspondió a una serie de textos que buscaban publicarse con el "sentido de recoger y estimular la labor artística que la juventud realiza dentro de las aulas universitarias", tarea que decidieron comenzar con esta obra: "Se inician estas publicaciones con la presente edición de una Antología y estudio del poeta y mártir estudiantil José Domingo Gómez Rojas; hemos cumplido, pues, un doble deber de gratitud y de cultura" (J. M. "Nota de la Federación de estudiantes". Sabella, Andrés. Popularización de Gómez Rojas. Santiago de Chile: Ediciones Revista Universitaria, 1939, p. 2). Para Domingo Melfi, la idea de "popularización" en el título fue significativa, pues reflejaba el gesto de la Federación de dar a conocer al autor: "Esta 'popularización' emprendida por los estudiantes, contribuirá a que los que no le conocen enfrenten a uno de los buenos y heroicos poetas de la primera rebelión lírica" (Melfi, Domingo. "Crítica Literaria". La Nación, 8 octubre 1939, p. 2).

En 1940, Andrés Sabella publicó una reedición de Rebeldías Líricas (1913), tercer libro a su cargo que recuperaba la obra de Gómez Rojas y que apareció con motivo de los veinte años de la muerte del autor. En un artículo introductorio, Sabella continuó con la idea de situar a Gómez Rojas como una figura de tutelaje para los estudiantes precisando que no solo se le recordaba por ser un intelectual estudioso, sino que también por ser un sujeto que cultivó una "amistad, leal y cierta, con los obreros, amistad que comprometerá al porvenir y que facilitará el instante de la 'gran libertad sobre la tierra grande'". En este sentido, a Gómez Rojas se le recordaba por ser un intelectual, pero, por sobre todo, debido a su vinculación con los sectores obreros: "Que del cuerpo flagelado de este estudiante, recojan los estudiantes de Chile la energía suficiente para pelear ahora que la emancipación social se aproxima en las banderas del Frente Popular, por que en Chile florezca para todos la belleza de la justicia, del pan, del trabajo, de la libertad y de la cultura!" ("Síntesis de José Domingo Gómez Rojas". Gómez Rojas, José Domingo. Rebeldías Líricas. Santiago de Chile: Ediciones Ercilla, 1940, p. 15).

Para Fuschini Albuquerque, el renovado interés por Gómez Rojas en este periodo tuvo relación con el contexto político del momento: la constitución del Frente Popular y el posterior triunfo de Pedro Aguirre Cerda (1879-1941) en las elecciones presidenciales de 1938.

En el centro del proyecto del Frente Popular estuvo la "reivindicación de los sectores populares", por lo que se consideraban como "el legítimo representante del pueblo" (Silva, Bárbara y Henríquez, Rodrigo. "El Frente Popular: Representaciones sobre la ciudadanía en Chile, 1930-1950". Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe. Número 103, p. 98). Para lograr tal objetivo, en su programa, el Frente se propuso impulsar varias reformas como la fijación de salarios racionales, perfeccionar la legislación social y atender las necesidades de vivienda de los sectores obreros en cuanto a la higienización e impulso de la construcción de estos hogares (Venegas Valdebenito, Hernán. "El Partido Comunista de Chile y sus políticas aliancistas: del Frente Popular a la Unión Nacional Antifascista. Revista de Historia Social y de las Mentalidades. Volumen 14, número 1, 2010, p. 95).

En este sentido, la atención a la necesidad de los sectores populares del Frente fue un asunto que motivó a los jóvenes integrantes a releer la figura de Gómez Rojas, debido a que el poeta desde 1913 y hasta 1920 participó en varias manifestaciones obreras y también fue conocido por su poesía de corte social publicada en Rebeldías Líricas. Así, la figura de Gómez Rojas "y con él la generación del 20, se convierte en símbolo de unidad y objeto de inspiración para los jóvenes integrantes del Frente Popular. Con el advenimiento de este gobierno, el recuerdo del poeta se multiplicará, acaso como una forma de reivindicar sus sueños truncados" (Fuschini, 1999, p. 162).