Tras obtener el Premio Nacional de Literatura, González Vera declaró con su humor habitual: "Ahora, tendré editor para mis obras" (Solar, Hernán del. "José Santos González Vera: una sonrisa literaria", El Diario Austral, 12 de noviembre, 1989). En efecto, debieron pasar veinte años, desde Alhué, para que pudiera publicar otro libro. Así fue como apareció Cuando era muchacho, su autobiografía que escribió después de recibir el galardón.

En este libro, González Vera comienza con pasajes de su infancia; describe los distintos oficios que ejerció desde que abandonó la escuela a los 13 años de edad; explica como conoció a cada una de sus amistades, Gabriela Mistral, Manuel Rojas y Enrique Espinoza, entre otros, y cuenta acerca de su participación en la vida cultural santiaguina, temuquense y de Valdivia.

Gonzalo Drago afirma que: "La lectura de Cuando era muchacho es indispensable para conocer la vida interna, personal y el alma un poco infantil del escritor desaparecido. Su frialdad es sólo aparente. En el fondo es un emotivo, un sentimental que logra dominar sus emociones, que las disfraza con fina ironía y una invariable sonrisa" ("Cuando era muchacho", La Región (San Fernando), 2 de abril, 1970, p. 2).