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El Ballet Nacional Chileno

Las condiciones que permitieron el surgimiento de la primera compañía estable de danza nacional, comenzaron a generarse en 1928, con la reforma del Conservatorio Nacional de Música, y la creación de la Facultad de Bellas Artes. Sin embargo, a la muerte de Jan Kawesky en 1938, ninguna de las academias existentes había sido capaz de realizar una labor perdurable ni de integrar un auténtico grupo profesional.

Por fin, en 1940, mediante una Ley de la República, se creó el Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile, organismo que en enero de 1941, fundó la Orquesta Sinfónica de Chile, uno de los primeros conjuntos sostenidos por el Estado. El director del Instituto de Extensión Musical, Domingo Santa Cruz; y Armando Carvajal, director del Conservatorio Nacional de Música, vieron entonces en las figuras del Ballet de Kurt Jooss, a las personas idóneas para replicar en la danza, la experiencia puesta en marcha con la Orquesta Sinfónica: la subvención de una instancia de formación académica y de un cuerpo estable, el Ballet Nacional.

Rudolf Pescht, Ernst Uthoff y Lola Botka abandonaron su compañía y se instalaron en Chile para dar forma a este sueño. Uthoff asumió el triple cargo de director, coreógrafo y bailarín. Andrée Haas fue convocada, entre otros, para hacer clases y se comenzó a reclutar a los talentos jóvenes dispersos. En 1945, la exitosa presentación del ballet Coppelia, marcó la definitiva consagración del Ballet Nacional Chileno, que se convirtió en un referente cultural obligado, donde brillaban las bailarinas Blanchette Hermansen, Yerka Luksic, Carmen Maira, María Luisa Matta, Virginia Roncal y Malucha Solari, y los bailarines Patricio Bunster, Alfonso Unanue y Luis Cáceres.

Un poco más tarde, en 1952, la misma Universidad de Chile junto a la Municipalidad de Santiago, intentaron formar un Ballet Clásico a cargo de los bailarines rusos Nina y Vadim Sulima, y Eugene Valukin. Seis años después, la experiencia dio pie al nacimiento del Ballet de Arte Moderno, a cargo de Octavio Cintolesi y que en 1970 se transformó definitivamente en el Ballet Municipal de Santiago, con sede en el Teatro Municipal.