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Nueva Granada

Durante los siglos XVI y XVII, el territorio que actualmente conforman las repúblicas de Panamá, Colombia y Venezuela estuvo dividido en varias jurisdicciones administrativas que cambiaron en repetidas ocasiones su límites. La Ciudad de Panamá, primer centro urbano fundado en la región y punto de partida de las expediciones que se realizaron al territorio sudamericano, desde 1538, fue asiento de una Real Audiencia, la tercera fundada en el Nuevo Mundo después de las de Lima y México. En 1550 fue fundada la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, con jurisdicción sobre varias gobernaciones vecinas a excepción del oriente de Venezuela, que dependía de la Audiencia de Santo Domingo. Aunque en teoría la región respondía a la autoridad del virrey del Perú, las distancias geográficas concedieron un alto grado de autonomía a las distintas gobernaciones de Colombia y Venezuela, como Nueva Granada, Castilla de Oro, Tierra Firme, Venezuela, Nueva Andalucía y otras que se crearon o suprimieron con el correr de los años.

El acusado regionalismo y la necesidad de una mayor centralización del poder llevó a los monarcas borbones a crear el Virreynato de Nueva Granada en 1717 y agrupaba a los terrotorios dependientes de las audiencias de Panamá, Santa Fe de Bogotá y Quito, como asimismo las regiones orientales de Venezuela que dependían de la Audiencia de Santo Domingo. Suprimido en 1723, el virreynato fue restablecido en 1740 y sobrevivió por el resto del período colonial. En 1743 la provincia de Venezuela se independizó del recientemente creado Virreynato y pasó a depender directamente de España. En 1777 la provincia de Venezuela se convirtió en Capitanía General, a la que se le agregaron las provincias de Maracaibo, Trinidad, Cumaná, Guayana y Margarita.

Entre los cronistas coloniales que relataron la agitada historia de las regiones de Colombia, Panamá y Venezuela, destacaron el poeta Juan de Castellanos (1522-1607), quien escribió una crónica en verso titulada Elegías de varones ilustres de Indias, publicada entre 1589 y 1601; el franciscano Pedro Simon (1574-1626), autor de Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales, cuya primera parte fue publicada en 1626; Lucas Fernández Piedrahita (1624-1688), autor de una Historia general de las conquistas del Nuevo Reyno de Granada publicada en 1688; el sacerdote dominico Alonso de Zamora (1660-1717), autor de una Historia de la provincia de San Antonio del nuevo reyno de Granada del Orden de predicadores, publicada en 1701; José de Oviedo y Baños (1671-1738), autor de una Historia de la conquista y poblacion de la Provincia de Venezuela publicada en 1723 y Antonio Julián, autor de La perla de la América, provincia de Santa Marta, reconocida, observada y expuesta en discursos históricos, publicada en 1787.

Además de los ya mencionados, sobresalieron también otros cronistas cuya obra permaneció inédita hasta mediados del siglo XIX e inicios del XX, como el franciscano Pedro de Aguado, autor de una crónica titulada Relación Historial Resolutoria de Sancta Marta y Nuevo Reino de Granada de las Indias del Mar Océano, escrita en 1568; y el bogotano Juan Rodríguez Freyle, autor de una curiosa e interesante obra titulada El Carnero: Conquista i descubrimiento del nuevo Reino de Granada de la Indias Occidentales del mar oceano i fundación de la Ciudad de Santa Fe de Bogota, escrita en 1638.