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Últimos poemas de Vicente Huidobro (1941-1948)

En 1941, Vicente Huidobro publicó sus dos últimos libros de poesía en vida: El ciudadano del olvido y Ver y palpar, ambos fueron parte de la "Colección Poetas de América" de la Editorial Ercilla. Algunos de los poemas que aparecen en estos libros ya habían sido publicados en revistas nacionales, como Ariel, y del extranjero, como Imán (Argenteuil, Francia), Presentaciones (Barcelona, España) y Vertigral (París, Francia). Además, algunos escritos que conformaron Ver y palpar fueron recogidos en la Antología de la poesía chilena nueva a cargo de Eduardo Anguita (1914-1992) y Volodia Teitelboim (1916-2008) en 1935.

En el año 1948, de manera póstuma, se publicó Últimos poemas, bajo el cuidado de Manuela Huidobro de Yrarrázaval, hija del autor, quien -siguiendo la que fuera la voluntad de su padre- decidió publicar los manuscritos que aún permanecían inéditos. Se agregaron a estos algunos textos publicados en revistas como Mandrágora (1938-1941) y Multitud (1939-1963).

Tanto El ciudadano del olvido como Ver y palpar tuvieron una crítica diversa, que ha llegado a ser incluso contradictoria por "la oscuridad de muchos de estos poemas, la diversidad de procedimientos y de estilos entre unos y otros, y el perceptible distanciamiento respecto a las técnicas constructivas del creacionismo 'puro' de la etapa cubista" (Castro Morales, Belén. "Ver y palpar: en el hipertexto de la escritura creacionista". En Huidobro, Vicente. Obra poética. Madrid: ALLCA XX, 2003, p.1508).

A pesar de este "perceptible distanciamiento" de las primeras formulaciones del creacionismo, se han notado procedimientos estilísticos creacionistas, por ejemplo, en Ver y palpar. Merlin Forster observó "fuertes parecidos con Altazor y la poesía creacionista". En poemas como "Hasta luego" y "Canción de Marcelo Cielomar" observó la referencia a imágenes centrales del libro de 1931; en el poema "Noche y día", la utilización de imágenes que unen elementos opuestos y, también, el uso de interjectivos o neologismos que adquieren sentido en el mundo del poema, por ejemplo, la palabra "arum" en "Sin por qué" (Forster, Merlin. "Ver y palpar y El ciudadano del olvido. ¿Fórmulas gastadas o creaciones nuevas?". Revista iberoamericana. Volumen XLV, número 106-107, enero-junio, 1979).

George Yúdice, por su parte, ha planteado que "hasta cierto punto, Huidobro, en Ver y palpar, profundiza en ciertos aspectos materiales y técnicos del 'campo inexplorado' que puso de manifiesto en Altazor; especialmente en lo que respecta a la técnica iterativa" (Vicente Huidobro y la motivación del lenguaje. Buenos Aires: Galerna, 1978, p. 216), a pesar de que "no hay frecuentes rupturas de la sintaxis ni la morfología", así como tampoco muchos "juegos fónicos", procedimientos característicos de Altazor (1931) (Yúdice, p. 225).