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Ingenieros extranjeros

Durante el siglo XIX, las obras de ingeniería y la enseñanza de la profesión en Chile tuvieron como protagonistas a los ingenieros extranjeros. Algunos llegaron a Chile contratados por el gobierno como profesionales encargados de impartir la enseñanza de la ingeniería. Otros arribaron a nuestro país enviados por casas mercantiles extranjeras para explotar la minería y otros negocios, o contratados para el montaje y desarrollo de tecnologías y obras de ingeniería como las fundiciones, máquinas a vapor, fábricas de alumbrado a gas, ferrocarriles, caminos, puentes y puertos. Sin duda, entre los ingenieros extranjeros más destacados se encuentra el español Andrés Antonio Gorbea. Contratado por el gobierno en 1826 para promover la enseñanza de la ingeniería, realizó un aporte notable en la formación de los primeros agrimensores, en la creación de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile y en el Cuerpo de Ingenieros Civiles. Otro fue el ingeniero en minas Carlos Lambert, quien realizó importantes aportes relacionados al desarrollo de la industria de fundiciones. Asimismo, sin ser ingeniero, Ignacio Domeyko tuvo un rol fundamental en el desenvolvimiento de la enseñanza de la ingeniería desde la creación de las primeras escuelas de ensayadores de minas, hasta la fundación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.