La labor de Luis Galdames no sólo se circunscribe al ejercicio docente, sino además a la actividad política y la publicación de diversas obras. Titulado de profesor de Historia y Geografía y más tarde de abogado, Luis Galdames (1881-1941) comenzó su carrera docente en el Instituto Comercial de Santiago en 1905, incorporándose luego al Instituto Nacional, y más tarde al Liceo Barros Borgoño.

En 1913 fue nombrado rector del Liceo Miguel Luis Amunátegui, y en 1925 ingresó al cuerpo docente del Instituto Pedagógico.

Durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, fue nombrado Director de Educación Secundaria. Desde allí trabajó en la creación de la Reforma Educacional de 1928, la que buscó situar al alumno y sus necesidades sociales como el elemento capital del sistema educativo. Entretanto, participó en la fundación del Partido Nacionalista en 1914, del que fuera candidato a diputado por Santiago en 1918. En 1925, integró la comisión que dio a luz la Constitución del mismo año. En el año 1938 fue nombrado Director General de Educación Primaria, además de ejercer paralelamente el cargo de decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación.

En su abundante obra escrita, Galdames desarrolló los planteamientos que movían su concepción de la educación, la que estuvo influida por las ideas de John Dewey y la Escuela Nueva, criticando las falencias metodológicas y la ausencia de objetivos orientados al mejoramiento social del sistema educacional de su época. A su juicio, la educación debía ser no sólo un foco de irradiación de la cultura moderna, sino el depósito y el catalizador de las energías sociales en tanto fuerzas de progreso y vitalidad para la República. Por ello, debía estar orientada a mejorar la vida social, respondiendo concretamente a sus necesidades, entregando las mismas posibilidades para todos, sin distinción de clase social.

A nivel metodológico, se mostró partidario de poner al alumno como centro del quehacer educativo, y de crear un sistema de enseñanza nacional en el que todos sus niveles -primario, secundario y superior- constituyeran un único y armónico proceso.