En la editorial del primer número de Luz i sombra, lanzado el 24 de marzo de 1900, Alfredo Melossi, manifestó sus deseos por hacer de su revista un referente cultural para la sociedad chilena: "A los pies de ustedes, simpáticas lectoras, lectores amables. El Turista me envía a proseguir su obra periodística correjida i aumentada. ¿Sirvo? ¡Lo dirán ustedes! Cábenos, sin embargo, después de dos años de vida gratuita la satisfacción de iniciar un avance en el progreso de la prensa nacional y un esfuerzo en el terreno de las artes, y confiados en el favor del público del cual creemos hacernos merecedores, Luz i sombra emprende la jornada ardua y difícil en que tantos han caído decepcionados en sus esperanzas.

Una falanje de reputados literarios honrarán constantemente en nuestras columnas, y sus páginas reproducirán cuanto de hermoso, de notable, de artístico, de actualidad interesante ocurra por esas calles de Dios. Un dibujante de alta reputación en Buenos Aires ha sido contratado para este semanario. Chile no podía quedar rezagado en el desenvolvimiento progresivo del periodismo y una revista como la presente, vulgar ya en otros países, era necesaria aquí, donde las letras cuentan con tan brillante pléyade de escritores, las artes con tantos eximios nuestros que nos han dado renombre aun en el cerebro del mundo.

Nada prometemos sino la inquebrantable decisión de hacer surgir y estimar esta modesta publicación, que espera valer más de lo poco que cuesta y cuyo objeto ponemos todo nuestro esfuerzo y cuya responsabilidad, para con los suscritores en caso de suspenderse su publicación, queda garantizada sólidamente por su director".