Los orígenes del Instituto de Ingenieros de Chile se remontan a noviembre de 1888 cuando un destacado grupo de ingenieros nacionales decidió formar una sociedad de derecho privado que los agrupara gremialmente. Esta institución, denominada Instituto de Ingenieros de Santiago, fue formada con el objetivo de fomentar la ciencia y el arte de la ingeniería, la orientación de su enseñanza y el desarrollo integral del país. Entre sus fundadores se encontraban Uldaricio Prado, su primer Presidente, Washington Lastarria, Ramón Nieto, Ruperto Solar, Evaristo Sánchez, José Luís Coo, Alejandro Bertrand, Domingo Víctor Santa María y otros veinte ingenieros.

Al año siguiente, los ingenieros asociados lograron arrendar un local para reunirse en sesiones y conferencias, formar una biblioteca y editar una revista denominada Anales del Instituto de Ingenieros de Santiago de Chile, donde difundieron sus ideas y estudios de ingeniería. Una década más tarde, en 1900, el desarrollo de la institución llevó a sus miembros a reformar sus estatutos para darle un carácter nacional. De esta forma, cambiaría de nombre a Instituto de Ingenieros de Chile. Lo mismo sucedió con su revista, que pasó a llamarse Anales del Instituto de Ingenieros de Chile.