Argentina es el país hispanoparlante sudamericano con mayor riqueza y tradición en lo que a música rock se refiere. Si bien el movimiento tuvo su apogeo con la coyuntura que significó la Guerra de las Malvinas, el año 1982, su historia se remonta al menos dos décadas atrás. En la década de 1960 se perfilaban los primeros conjuntos que tenían mucho que decir, entre los cuales Los Gatos fueron emblemáticos. El grupo, liderado por Litto Nebbia, instaló en el imaginario colectivo la canción "La Balsa", verdadero himno que identificó el tiempo de los músicos José Alberto Iglesias de Caseros (Tanguito), Norberto Napolitano (Pappo), Moris Birabent y otros notables músicos próceres del rock trasandino, que deambulaban en torno a la Plaza Francia y el bar La Cueva de la capital trasandina.

Al poco andar apareció una figura consular, Luis Alberto Spinetta, quien junto a su grupo Almendra ofreció al público "Muchacha ojos de papel", otro tema referencial del género. "El Flaco", como lo llamaban, sigue siendo hasta hoy referente de este rock en su acepción más pura.

Poco tiempo después, saltaba a la palestra otro conjunto que marcó historia: Sui Generis. Formado por Nito Mestre y Charly García, el conjunto fue el más importante en el acontecer musical de la primera mitad de la década de 1970. Su despedida en el Luna Park, el año 1977, fue registrada en un larga duración doble llamado Adios Sui Generis, siendo éste una real pieza de colección en la historia del rock en español.

Este era el tiempo en que Los Jaivas estaban en Argentina. Allí compartieron escenario y experiencias musicales con los mencionados más otras figuras relevantes como Gustavo Santolaya, Miguel Abuelo o David Lebón. La presencia de Los Jaivas se recuerda en el ambiente musical, constituyendo un aporte efectivo a una tendencia donde las raíces musicales latinoamericanas, entendiendo por tales la utilización de instrumentos o ritmos autóctonos, no eran tan patentes.

Pero fue la coyuntura de la Guerra de las Malvinas el momento en que el rock argentino se transformó en un efectivo fenómeno de masas. La prohibición del gobierno militar de emitir música en inglés por las radios, le abrió la puerta de par en par al movimiento. La figura de Charly García fue en este momento la piedra angular. Luego de sus proyectos musicales como PorSuiGieco, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán, García se transformó en solista editando notables discos como Yendo de la cama al living, Clics Modernos o Piano Bar. Junto a él, solistas y grupos como Los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, Fito Paez, G.I.T., Sumo y muchos más, consolidaron en el país trasandino el más rico, sólido e influyente movimiento rock de toda en Sudamérica.