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carrera política

A su regreso a Chile del Perú, José Zapiola se asoció con Domingo Godoy, Pedro Vicuña y Bruno Larraín para formar una Junta Central de la Sociedad de Liberales. Ellos buscaron redactar artículos doctrinarios para encaminar la República hacia el ideal liberal. Zapiola se presenta como diputado por el norte, pero fracasa. En uno de esos escritos, que se encuentra en una carta fechada el 20 de enero de 1846 por el secretario de la Junta Ramón Navarrete a José Zapiola, encontramos una idea central: "Las clases menesterosas demandan más especialmente la protección de los gobiernos, y en Chile se deja sentir esta necesidad de un modo imperioso" (Pereira Salas, Eugenio. Prólogo, Recuerdos de treinta años, p. 27).

Con un fuerte interés por que se instaurase la educación musical en las escuelas, Zapiola obtuvo apoyo del entonces presidente Manuel Bulnes, de quien sería después férreo opositor. Salvador Sanfuentes, ministro de educación, poeta y músico, apoyó las ideas de Zapiola. Es así como el 5 de junio de 1847 se dictó el decreto que crea la cátedra de Canto Llano en la Escuela Normal de Preceptores. Zapiola la dirigió y formó un coro que participó de las constantes conmemoraciones de Yungay. En 1849 quiso participar en la formación del Conservatorio Nacional de Música, pero fue excluido por sus ideas liberales (Claro, Samuel. "José Zapiola, músico de la Catedral de Santiago", Boletín de la Academia Chilena de la Historia (88), 1974, p. 231). Las mismas que lo motivarían a participar de la fundación, en 1850, de la Sociedad de la Igualdad.

En 1870 fue nombrado regidor de Santiago. En dicho cargo impulsó diversas obras públicas, como la nivelación de las calles de Santiago, la realización de estudios previos para el proyecto ferroviario de Enrique Meiggs y la gestión de subvenciones para los hospitales El Salvador y San Vicente de Paul. También impulsó medidas para favorecer los intereses populares, como proponer transformaciones en la estructura del Teatro Municipal para crear un anfiteatro popular, luego de su incendio en 1870, lo que no fue aceptado por el municipio. Asimismo, participó de la Comisión Permanente de Instrucción, que velaba por el mejoramiento de la enseñanza.

Una vez designado Benjamín Vicuña Mackenna como intendente de Santiago, impulsaron juntos la creación de un Teatro del Sur o Casa de Diversión Popular, que estuvo ubicada en la Alameda de los Monos (Pereira Salas, op. cit., p. 32), actual Avenida Matta, esquina de Nueva San Diego, actualmente Arturo Prat. Su intención era alejar a los obreros de los vicios por medio de la cultura, en atención a lo cual clausuraron las chinganas dentro de un perímetro determinado.

Abandonó el cargo el 3 de mayo de 1872.