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Un muerto de mal criterio

Un muerto de mal criterio fue el debut literario de Jenaro Prieto. Prosiguiendo con su estilo humorístico, escribió esta novela de carácter satírico y de contenido crítico. Esta vez su ataque fue contra el sistema judicial en general, representado por un juez que a pesar de fallecer, siguió ejerciendo su profesión en el más allá, premiando o castigando a las almas que llegaban hasta ese lugar. Este juez, tenía su asistente, Guezalaga, quien encarnaba el sentido común, intentando ejercer la ley a toda costa. Por este tribunal desfilaban todo tipo de personajes: un artista, una dama, un militar, un matrimonio y el amante de la esposa, un misionero franciscano y el antropófago que se lo comió y murió de indigestión.

En un ánimo de burla, Jenaro Prieto dedicó el libro "Al sentido común", dejando entrever su rechazo a esta noción que anula la fantasía y el buen humor.

En su época, Un muerto de mal criterio recibió elogios, pero no fue estudiada mayormente, por lo tanto no se analizó el valor escatológico subyacente en la obra. Por otra parte, esta novela fue comparada con la narrativa picaresca española, cuyo máximo exponente fue Francisco de Quevedo: "Flota sobre el libro un amable escepticismo. El fondo de la inspiración, la arquitectura general, la filosofía un poco cínica, pero siempre sana y original, el chiste mismo, están entroncadas con la mejor tradición española de la época picaresca. Me atrevería a pronunciar un nombre muy grande: el de Quevedo" (C.S.V. "Un muerto de mal criterio", El Mercurio, 30 de julio, 1926).

Esta novela fue reeditada recientemente en el año 2000 por la Editorial Andrés Bello.