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Historia de la enseñanza en Chile (1939)

Siguiendo un plan de trabajo en el que dedicó tiempo importante a la escritura de textos sobre educación, Amanda Labarca publicó en 1939 su obra Historia de la enseñanza en Chile, libro que se articula como un estudio profundo y acabado de la historia educacional del país desde el período colonial hasta la década de 1930.

Según la historiadora Romina Oñate Berríos, dicha obra historiográfica fue parte de una seria de tres textos planificados por Labarca centrados en el tema educacional, siendo los otros dos Evolución de la segunda enseñanza (1938) y Bases para una política educacional (1943). Como señala Oñate -citando a Labarca -, esta triada de textos tuvo "como objeto 'establecer los progresos, analizar las fallas y presentar un plan de mejoramiento de la segunda enseñanza en Chile'. A su vez, el desarrollo y análisis de estos trabajos tienen lugar en un panorama político, económico y social a nivel nacional e internacional distinto a la década anterior: la llegada del Frente Popular en Chile (…) y el conflicto bélico llevado a cabo principalmente en Europa y Asia, que permearon el discurso de Labarca en cuanto a la influencia del sistema político y económico en el tipo de educación que se quiere lograr" (Oñate, Romina. Ser mujer y educadora. Análisis del discurso educativo de Amanda Labarca, Olga Poblete e Irma Salas entre 1930 y 1950. Informe para optar al grado de Licenciada en Historia, Santiago: Universidad de Chile, 2017, p. 27).

En las páginas de su obra, Labarca desarrolló un relato historiográfico descriptivo, analítico y también crítico respecto a las diversas etapas que vivió la educación chilena durante casi tres siglos. Como la propia autora señaló, el libro nació por la necesidad de tener para ella y sus alumnos del seminario de investigación del Instituto Pedagógico "una síntesis sistemática y completa de los esfuerzos chilenos en esta rama de la cultura, para darnos cuenta del porqué de algunos problemas actuales. Y me di a la tarea de prepararla" (Labarca, Amanda. Historia de la enseñanza en Chile. Santiago: Imprenta Universitaria, 1939, p. 3).

Labarca utilizó diversas fuentes bibliográficas de autores como José Toribio Medina (1852-1930), Alejandro Fuenzalida Grandón (1865-1942), los hermanos Amunátegui y Luis Galdames (1881-1941), entre otros.

El texto se encuentra dividido en trece capítulos que abarcan el período colonial y el monopolio de las congregaciones religiosas sobre la educación, las escuelas bajo control de los cabildos, las experiencias provinciales y las misiones religiosas que intentaron educar a los pueblos originarios principalmente en el sur del territorio. Este análisis del período colonial finaliza con la fundación de la Universidad de San Felipe y los aportes de Manuel de Salas (1754-1841) al esbozo de un nuevo proyecto educativo de carácter patriótico.

El período republicano es dividido y analizado en tres partes, estando la primera marcada por la fundación del Instituto Nacional, la contratación de profesores extranjeros y la aparición de los colegios privados de la nueva elite gobernante. La segunda parte corresponde al estudio de los inicios de la docencia y del Estado Docente, la fundación de la Universidad de Chile, la Escuela Normal de Preceptores, la creación de las escuelas primarias, especiales, técnicas, de bellas artes y de artes y oficios y los inicios de la educación femenina, finalizando con la tercera parte destinada a exponer sobre el proceso de consolidación del Estado Docente.

Abordó también el período de profundos cambios que va desde 1880 hasta la década de 1920 en que el sistema educacional chileno pasó por procesos de crecimiento y experimentación. La obra historiográfica de Labarca finaliza con un extenso capítulo sobre el "estado actual de la enseñanza" que estudia toda la década de 1930.

En las conclusiones de su libro, Amanda Labarca se interpeló a sí misma, señalando que el trabajo realizado le significó cambiar sus apreciaciones sobre el simple ensayo o síntesis que pretendía escribir, planteando una visión crítica respecto al desarrollo de la educación en Chile.

Labarca planteó en sus reflexiones finales: "Mi impresión al terminar este bosquejo es que el desenvolvimiento de la enseñanza pública en nuestro país significa un esfuerzo formidable de una minoría culta para esparcir los beneficios de la educación a círculos cada vez más amplios. Digo de una minoría culta y no de la clase gobernante ni del pueblo, porque de ella le ha faltado, por muchas décadas, el íntimo convencimiento de que la escuela fuese indispensable al progreso del país, a la solidez de sus instituciones democráticas y a su expansión económica, y las masas, en su vegetar ignorante, no han sentido tampoco el urgente anhelo de adelantar su cultura" (Labarca, p. 359). Sus criticas finales se centraron también en la precariedad de la enseñanza, de sus instituciones y espacios materiales de desarrollo; la falta de especialización y diferenciación educacional a partir de las necesidades del territorio y la población nacional y en la falta de una política de Estado para modernizar el sistema y ampliar la cobertura a nivel nacional, temas que abordó en profundidad en publicaciones posteriores.