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Los estudiantes

Entre los alumnos que pasaron por la Escuela de Artes Aplicadas, encontramos egresados que aportaron al reconocimiento del diseño como actividad profesional en Chile.

Waldo González estudió en la Escuela entre 1953 y 1957. Una vez egresado trabajó como docente en la Escuela hasta su cierre tras la Reforma Universitaria. Formado en la especialidad de Afiche y Propaganda, se destacó por su actividad pedagógica y por su interés en vincular la propaganda con la cultura popular.

Vicente Larrea estudió en la Escuela de Artes Aplicadas entre 1961 y 1965, donde recibió las enseñanzas de Waldo González. Posteriormente, se instaló en una oficina para continuar su labor como cartelista. Allí recibió la visita de un estudiante de Cerámica de la Escuela de Artes Aplicadas que le pidió hacerse cargo de la creación de la carátula del primer disco del grupo folklórico Quilapayún, Canciones Folklóricas de América. Esto fue el principio de una relación de colaboración no solo con Quilapayún, sino que con todo el movimiento conocido como La Nueva Canción Chilena, desarrollando en conjunto con su equipo de trabajo aproximadamente 120 carátulas de discos y cientos de carteles. Vicente Larrea ejerció también como profesor en la Escuela de Artes Aplicadas y en los primeros años de la Escuela de Diseño de la Universidad de Chile.

Rodrigo Walker, por su parte, ingresó a la Escuela de Artes Aplicadas en 1967 y formó parte del grupo de estudiantes que abogó por una enseñanza más relacionada con el diseño. Una vez formada la Escuela de Diseño consiguieron un acuerdo para recibir clases de Gui Bonsiepe, un diseñador alemán que se convirtió en el único referente para un estudio metódico del diseño en Chile. El grupo de alumnos de Bonsiepe colaboró con SERCOTEC durante el gobierno de la Unidad Popular y pasaron a formar el Grupo de Diseño Industrial del Instituto de Investigaciones Tecnológicas INTEC.