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Frecuencia Modulada

En las transmisiones inalámbricas, al proceso de inyectar señales de sonido a una onda portadora de alta frecuencia se le denomina "modulación de la señal de audio". De acuerdo a este sistema, una onda de radiofrecuencia que contenga señales de audio se puede modular en amplitud, Amplitud Modulada o AM, o en frecuencia, Frecuencia Modulada o FM.

La Frecuencia Modulada es el sistema de transmisión de radio en el que la onda portadora se modula de forma que su frecuencia varíe según la señal de audio transmitida. Posee varias ventajas sobre el sistema AM, como su mayor resistencia a interferencias de distinto origen y su ilimitada fidelidad tonal.

La Frecuencia Modulada es hoy la principal frecuencia de audición musical en Chile. Su inicio se remonta al año 1962, cuando inició sus transmisiones la radio El Conquistador. Pero fue recién durante la década de 1970 cuando empezó a constituirse en un fenómeno, en gran parte gracias su orientación juvenil, su mayor fidelidad en sonido y la disponibilidad de aparatos receptores capaces de sintonizar sin interferencias aquella frecuencia. Surgieron, así, radios como Concierto, Pudahuel, Andrés Bello e Infinita.

El momento de la consolidación de FM fue la década de 1980. Gracias a inversiones de importantes consorcios privados, aparecieron radios que aportaron en diversidad de géneros y sobriedad en programación. Con música exclusivamente grabada, descartando completamente la emisión de música en directo como se emitía en la Amplitud Modulada durante las décadas de 1940 y 1950, iniciaron sus transmisiones estaciones como: Carolina, Galaxia, La Clave, La Ciudad, Tiempo y Aurora. Paulatinamente la frecuencia modulada desplazaba a la AM. en las preferencias del público. Según datos de Search Marketing, la Amplitud Modulada había bajado su sintonía desde 95 puntos de rating en 1976, a 14 en el año 2000; para el mismo período, la FM la había subido desde 4,6 a 57 puntos.

La Frecuencia Modulada determinó por fin y definitivamente la segmentación musical. Las radios se especializaron en ciertos géneros y se dirigieron a un sector específico del auditorio. Se especializaron radios en la música rock (Futuro), jazz (Clásica), docta (Beethoven), popular (Pudahuel), etc.

Sin embargo, en la década de 1990 hubo un cambio. El año 1992 inició sus transmisiones radio Rock & Pop, que si bien privilegiaba la música juvenil, incorporaba en sus programas un estilo de conducción desenfadado, con un lenguaje corriente y coloquial, poco común en la frecuencia. Este estilo provocó que al poco andar la emisora se ubicara en el primer lugar de la sintonía radial. En ello aportó, sin duda, la presencia entre sus conductores de figuras reconocidas del ambiente televisivo y periodístico, como Iván Valenzuela, Rolando Ramos o Karin Yanine.

Fue en el seno de esta emisora donde nació el último fenómeno radial. El año 1996 apareció el programa "El Chacotero Sentimental", conducido por Roberto Artiagoitía, "El Rumpy". Los dramas y bochornos erótico-sentimentales emitidos, junto al informal estilo de su conductor, transformarían al programa y al Rumpy en el último suceso de la radiotelefonía chilena, recordando aquél ocurrido cincuenta años atrás con el programa "Discomanía".