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El fútbol como tema literario

Poli Délano rescata varios cuentos sobre el fútbol en Hinchas y Goles, donde se plasman en la literatura latinoamericana "dos viejas actividades de nuestro género humano: deporte y narrativa" (Hinchas y Goles: el fútbol como personaje. Buenos Aires: Eds. Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, 1994, p. 7). Délano incluye los cuentos "A veces, peleaba con su sombra" de Fernando Alegría; "El hincha de toda la vida" de Juan Gabriel Araya; "La revancha", de Ramón Díaz Eterovic y "Con la camiseta empapada" de Jorge Ojeda Águila.

"La estrella de Botafogo", de Enrique Bunster, es otro cuento que forma parte de nuestra literatura futbolística. Gira en torno a Tití, un joven brasilero que no había tocado una pelota hasta los 17 años, cuando lo hizo en una playa y deslumbró a todos quienes presenciaban el partido. A partir de ese hecho, el jugador salta de la pobreza a la ostentación.

En "Buba", Roberto Bolaño relata la historia de Acevedo, un jugador de fútbol chileno de exitoso paso por el fútbol español. En España conoce a Buba, un jugador africano, quien practica una suerte de magia negra que, al parecer, les permite triunfar a ambos. Fernando Emmerich relata, en "Los leones y los unicornios", el partido entre los dos bandos rivales de una escuela de la aristocracia británica, donde asiste la duquesa de Balmoral, la cual termina reclamando el cobro de un penal. Otros escritores que han dedicado cuentos al tema son Sergio Gómez y Luis López Aliaga.

El gol de la victoria, de Isidoro Basis Lawner, fue la primera de las dos novelas que el autor publicó en Editorial Zig-Zag. La segunda se llamó Los tres mosqueteros del fútbol, una novela donde tres desconocidos de diferentes clases sociales son unidos por el fútbol, encontrando en Santiago la felicidad y la gloria. La primera muestra a un equipo de fútbol de la Industria Textil La Universal, cuya figura y héroe de los campeonatos ganados es Manuel Rivera, quien "era el crack del equipo de fútbol" (Los tres mosqueteros del fútbol. Santiago: Zig-Zag, 1963, p.5). Los personajes, entre máquinas y jornadas de trabajo, se hacen un tiempo para entrenar.

En El fantasista de Hernán Rivera Letelier, los habitantes de la salitrera Coya sur enfrentan dos acontecimientos: el cierre del campamento y el último partido de fútbol contra María Elena. En ese contexto llega al pueblo Expedito González, el "Fantasista", el "Mesías", "un virtuoso de la pelota" (p. 14). Monta su espectáculo de dominio de la pelota de fútbol. El pueblo cifra todas sus esperanzas en el "fantasista", el "tema principal en nuestra pulpería no podía ser otro que el artista de la pelota" (El fantasista. Santiago de Chile: Aguilar Chilena de Eds., 2006, p.38). La novela mezcla un narrador en tercera persona y el narrador que relata el partido: Cachimoco Farfán. Para Rivera Letelier El fantasista "es un poco la metáfora de lo que le falta al fútbol actual en Chile, que espera la llegada de su propio fantasista, que le renueve la esperanza, que lo redima de la derrota permanente y que la gente vuelva a llenar el estadio, como hizo en fantasista en Coya Sur" (p. 78).

Finalmente, relacionados con el fanatismo del hincha, Sangre azul de Alfredo Sepúlveda, cuenta con doce cuentos donde el fútbol es tema transversal, en especial la Universidad de Chile, sus hinchas y su historia futbolística. En el cuento de Juan Gabriel Araya. "El hincha de toda la vida", el protagonista es fanático de Colo-Colo: "soy definido en mis ideas y le tengo amor a la camiseta (…) no aguanto que los jugadores veteranos, aquellos que siempre han sido del indio, se cambien a otro equipo por dos chauchas más" (Sangre azul. Santiago de Chile: Grijalbo, 1995, p. 73).