Subir

Los primeros alfareros

A inicios del primer siglo (s. I d.C.) se sustituye la caza por el pastoreo de camélidos y se introduce la horticultura y la alfarería, provocando el surgimiento de asentamientos más estables. Las primeras tradiciones alfareras del Norte Chico, se agrupan bajo la denominación de complejo Cultural El Molle que obtuvo su nombre de cementerios excavados en la localidad homónima del valle del Elqui, región de Coquimbo.

Se desconoce si estas poblaciones son un resultado endógeno o si llegaron conformadas a nuestra zona, provenientes del área Centro Sur Andina (por ejemplo del sur del Perú, del altiplano de Bolivia, del Norte Grande chileno o del Noroeste argentino). Estos grupos poseían una rica tecnología alfarera y un dominio más efectivo y tecnificado de la explotación agrícola y ganadera, pues tenían como elemento diagnóstico común su cerámica: vasos altos y vasijas globulares sin asas, de paredes delgadas y pasta fina, monocroma, negra o café, a veces con decoraciones de incisiones lineales o geométricas previas a la cocción. También compartían el uso de pipas de cerámica tipo T invertida para fumar tabaco nativo, adornos (brazaletes), objetos (agujas y pinzas) y láminas en cobre martillado, el tembetá de piedra o especie de adorno labial con formas cilíndricas o de "botón".

Otro elemento característico de El Molle es el entierro de sus difuntos en túmulos funerarios consistentes en montículos de tierra y piedra, con una fosa cónica subterránea que alberga varios individuos cubiertos por piedras y esteras de madera, rodeados de ofrendas.

Este complejo cultural presenta una mayoritaria distribución en los sectores altos de los valles y en los interfluvios, territorios más propicios para la ganadería trashumante que, según parece, sería su principal actividad económica. No obstante, en Copiapó existen importantes enclaves en los valles, donde se produjeron aldeas asociadas a la práctica de una agricultura incipiente.

Recientes investigaciones en el Choapa dan cuenta que las poblaciones de este período no poseían túmulos ni objetos de cobre en esa zona. La cerámica presenta rasgos propios y locales, distintos a lo definido como Molle más al norte y disímiles a lo observado en Chile Central y en las culturas contemporáneas del Noroeste argentino. Es por ello que más que un grupo cultural, se trataría de una tradición alfarera que los arqueólogos denominan período Alfarero Temprano, el cual perduraría hasta el año 1000 d.C. y en algunos sectores incluso hasta el 1500 d.C. siendo contemporánea a los pueblos diaguitas e incluso a la expansión del Imperio hacia el Collasuyo Inca.