Subir

Obras de cámara

Luis Advis fue alumno de composición de Gustavo Becerra (1925-2010), junto con otros compositores como Sergio Ortega (1938-2003), Fernando García (1930 - ) y Cirilo Vila (1937-2015). Aun cuando en sus inicios demostró un profundo apego a la tradición de música escrita, en especial de la tradición romántica encarnada por Wagner, Strauss y Mahler, entre otros, a partir de la segunda mitad de los años sesenta comenzó a relacionarse con la música popular. Esta apertura dio un giro a su trabajo compositivo, que en adelante fue adquiriendo el carácter híbrido que lo distingue, y que se retrata en el término acuñado por él como "semi-popular".

Sin embargo, no todo fue fusión en su obra escrita. Algunas de ellas muestran el trabajo adquirido con Becerra y su cercanía a la música docta contemporánea, en la que estaban inmersos algunos de sus coetáneos y compañeros. Sus obras de cámara escritas retratan la búsqueda de Advis por explorar y jugar con las diferentes posibilidades del lenguaje musical, lo que junto con la versatilidad de su trabajo multifacético, muestra una creatividad abierta a nuevos y antiguos lenguajes.

Dentro de su catálogo figuran las siguientes obras de cámara:

"Sexteto" para cuerdas y clarinete (1957)

"Cinco preludios" para piano (1960)

"Cosas", con texto de Gabriela Mistral, para piano y canto (1963)

"Divertimento" para piano y quinteto de vientos (1964)

"Tres preludios" para piano (1964)

"Variaciones sobre un tema de Haydn" o Quinteto para vientos (1966)

"Dos canciones: Cueca y Rin" para voz y piano (1976),

"Suite Latinoamericana" para seis instrumentos (1976)

"Sonatina" para fagot y piano (1983)

"Preludio" para piano (1996)

"Invitación al vals" para cuatro flautas y un corno (1996)

"Viña del Mar" con texto de Sara Vial, canción para soprano y piano (1997)

"Cinco danzas breves", para cuarteto de saxofones (1998)

Como señala Álvaro Gallegos, ("Apuntes estéticos sobre la música de Luis Advis". Revista Musical Chilena, nº 206, Julio-Diciembre, 2006, pp. 97-101) Advis no alcanzó a estrenar un oratorio llamado La Pampa del Tamarugal, antes de su muerte en 2004.