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primeros retratos

Luego de trabajar en la imprenta Universo, Ladrón de Guevara se decidió a probar suerte como fotógrafo. Bajo este cometido instaló hacia 1948 un pequeño laboratorio en el taller de pintura que mantenía su padre en la Escuela de Bellas Artes. Sus primeros encargos fotográficos consistieron fundamentalmente en retratos de artistas y reproducciones de cuadros y esculturas de estudiantes y profesores de la escuela que necesitaban mantener registros de sus obras.

La fidelidad que la imagen fotográfica debía mantener con la obra de arte, obligó a Ladrón de Guevara a perfeccionar y refinar su técnica fotográfica, además de cuidar la limpieza y precisión en el trabajo de revelado y ampliación. Estos primeros encargos representaron una oportunidad para poner en práctica los principios aprendidos en la Escuela Nacional de Artes Gráficas. Las exigencias de nitidez, profundidad de campo y escalas de grises que la representación de estas obras requería, solo podía lograrse mediante una rigurosa disciplina que permitiera sacarle el máximo de rendimiento a la cámara, conocer las películas y dominar los procesos de revelado y ampliación.

A diferencia de muchas de las reproducciones de obras de arte que circulaban en la época, su familiarización con el lenguaje artístico y el refinamiento de su técnica fotográfica, adquiridos bajo la dirección de Antonio Quintana, otorgaron a su trabajo una especial agudeza para aproximarse al artista y su obra. Sobresalen sus reproducciones de esculturas, en las cuales logró incorporar al formato bidimensional de la fotografía condiciones propias de una obra escultórica como la textura, el volumen, la proporción con el espacio o la luz.

Aunque desde finales de los años cincuenta Ladrón de Guevara se dedicó por completo a la fotografía industrial, los retratos siguieron ocupando un lugar importante dentro de su trabajo fotográfico. Ya no fueron artistas esculpiendo o pintando su objeto de atención, sino obreros, mineros y empleados en medio de sus labores. Si bien los contextos de sus fotografías cambiaron, existe una continuidad en el lenguaje fotográfico que utiliza para construir el retrato.