El trabajo como dibujante de Lukas en El Mercurio de Valparaíso comenzó el 18 de diciembre de 1966 (Lukas en El Mercurio de Valparaíso. Empresa El Mercurio de Valparaíso, 2018, p. 17), periódico en donde colaboró "con una caricatura diaria y una tira, además de una caricatura en La Estrella" (p. 5-6).

Hacia la década de 1960, El Mercurio de Valparaíso era un periódico que no incluía entre sus páginas caricaturas o tiras cómicas, limitándose al uso de "fotografías, grabados y avisos económicos, pero sin mayor espacio para el humor". Fue Lukas quien "comenzó a dar vida a un diario que había estado acostumbrado, durante casi 140 años, a privilegiar el fondo por sobre la forma". Aquí publicó viñetas que acompañaban el texto editorial, compartió espacio "con el dibujante Alberto Reyes, más conocido como Bigote", realizó su "Cuaderno de apuntes" y, posteriormente, participó en el Suplemento de los jueves (p. 16-17).

A solicitud del director del periódico, creó "un nuevo personaje" que debía -según Carlos Vergara- dar cuenta de "los sinsabores de un país que comenzaba a vislumbrar, entre muchos grises, la dicotomía entre el subdesarrollo y aquel eufemismo que muchos bautizarían como el 'en vías de…'. Así fue que nacieron el entrañable don Memorario y su fiel escudero Florencio Aldunate" (Vergara, Carlos. "El hombre que (no) opinaba". Lukas en El Mercurio de Valparaíso. Empresa El Mercurio de Valparaíso, 2018, p. 5-6).

Adicionalmente, Don Memorario apareció por más de una década junto a la columna editorial de El Mercurio de Santiago, entregando a sus lectores una mirada de la actualidad nacional desde una perspectiva nostálgica.