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Precursoras del feminismo en Chile

Martina Barros, autodefinida como liberal, católica, lectora incansable y fascinada por la bella literatura, fue una defensora de la educación y la emancipación de las mujeres de élite.

En su juventud reaccionó contra la rigidez impuesta por los hábitos tradicionales, de manera que se sintió, según sus propias palabras, "impulsada a favor del libre pensamiento" (Barros, Martina. Recuerdos de mi vida. Santiago: Orbe, 1942, p. 285). Su postura liberal se debe en buena parte a sus lecturas de John Stuart Mill, cuyos trabajos On Liberty (1859) y The Subjection of Women (1869) influyeron profundamente sobre su pensamiento.

Al cuestionar las costumbres y los constreñimientos sociales, Martina Barros fue, de cierta manera, consciente de las desigualdades que a ellos subyacían. Aunque prefirió la moderación como estrategia de acción, encontró los medios para manifestar el malestar que le causaba esa "distinción odiosa de los sexos" ("Prólogo". Mill, John Stuart. La esclavitud de la mujer. En Revista de Santiago. Tomo II, 1872-1873, p. 116).

Si bien en su vida adulta consideró su labor de esposa y madre como preeminente, también argumentó que, para desempeñar mejor estos papeles, era necesario que la mujer se educara. Precisamente, crecer en un ambiente letrado fue lo que le permitió percibir, siendo bastante joven, las limitaciones intelectuales, culturales y sociales que experimentaban las mujeres de su círculo. Con la mesura como estrategia y la dignidad como argumento, abogó por la defensa de la libertad de la mujer para su desarrollo autónomo.

Tales limitaciones diagnosticadas por Barros fueron luego percibidas por pensadoras como Inés de Echeverría (Iris) o Amanda Labarca, quienes desde distintos géneros y lugares de enunciación emplearon discursos y estrategias decididamente feministas.

A Martina Barros le inquietó y atrajo el feminismo, pero no tomó la bandera feminista por considerar que todo cambio brusco era peligroso. Sin embargo, fue la primera mujer de elite que se atrevió, aunque sutilmente, a plantear la "libertad" intelectual de las mujeres, lo cual es un antecedente ineludible para las corrientes feministas surgidas en Chile.