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Martín Vargas

El más importante boxeador en la historia del deporte chileno fue Martín Vargas. Con una aparición poco exitosa en las Olimpiadas de Münich de 1972, el oriundo de Osorno debutó en el profesionalismo a los 18 años en su ciudad natal el 23 de marzo de 1973. Su bravura y fuerte pegada llamó la atención inmediata del empresario Lucio Hernández, quien empezó a conducir su carrera. Al poco andar, el 25 enero de 1974, Vargas obtuvo el título chileno de los pesos mosca.

Si bien las transmisiones televisivas de sus disputas ya lo habían transformaron en un ídolo nacional y en un boxeador codiciado por empresarios, su popularidad se consagró en diciembre de 1975 cuando, en un combate que duró solo 20 segundos, Martín Vargas derrotó por knock out al ecuatoriano Gonzalo Cruz, obteniendo el campeonato sudamericano de la categoría.

Luego de varios combates victoriosos, Vargas tuvo la posibilidad de pelear el título mundial ante el destacado mexicano Miguel Canto, campeón del Consejo Mundial de Boxeo. Se negoció un enfrentamiento que incluía una revancha, independiente del resultado de la pelea, a realizarse los últimos meses de 1977. Las expectativas de que un chileno fuera campeón mundial de boxeo eran bastante altas, sobre todo por los méritos deportivos de Martín Vargas. El 17 de septiembre de 1977 llevó a cabo en Mérida, México, la primera pelea. Gracias a la excelente preparación previa, Martín Vargas fue capaz de resistir el sofocante clima de Yucatán y poner en jaque al campeón. El combate se extendió por los quince asaltos, al final de los cuales Miguel Canto retuvo la corona en un estrecho fallo por puntos.

Tras la sobresaliente presentación en México, las esperanzas de los chilenos fueron aun mayores para la revancha a realizarse en Santiago el 30 de noviembre del mismo año. En un ring montado en el Estadio Nacional, Chile fue testigo de la supremacía de la técnica del campeón mundial por sobre la bravura y pegada del ídolo chileno. Esta vez el fallo a favor de Miguel Canto fue unánime, categórico e indiscutible.

Vargas superó esta frustración. Luego de obtener el título continental ante el nicaragüense Alex Santana Guido, se le presentó una nueva oportunidad de pelear el título del mundo, esta vez ante el venezolano Betulio González. El 4 de noviembre de 1978 en Caracas, se realizó el combate entre estos dos peso mosca latinoamericanos. A pesar del auspicioso inicio del chileno, el campeón mundial ganó por knock out técnico en el round número 12, después de dos caídas del retador.

Martín Vargas tuvo una cuarta y última oportunidad para pelear el título mundial. Esta vez en la categoría inferior, minimosca, enfrentó al campeón japonés Yoko Gushiken. El combate se realizó el 1 de junio de 1980 en Japón. Vargas fue derrotado por knock out técnico en el quinto round. A partir de esa fecha, la carrera de Vargas decayó profundamente. Sin perder su popularidad, progresivamente fue bajando la categoría de sus rivales hasta retirarse de los cuadriláteros hacia 1987. No obstante, el espíritu del púgil e intereses económicos lo incentivaron a volver a la arena. Peleó durante los años 1997 y 1998, tras los cuales decidió abandonar definitivamente los guantes luego de una dolorosa derrota ante Joel García.