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Mercaderes, empresarios y capitalistas (Chile, siglo XIX)

La construcción (dictatorial) del célebre orden portaliano (1829 - 1860) engendró la más nutrida galería de héroes y hombres ejemplares que haya tenido la historia de Chile; los que, alineados como generación fundadora, han permanecido rampantes y apolíneos, por más de un siglo y medio, en el Partenón histórico de la nación. En un gesto inmortal por la obra que legaron -para siempre- a todos los chilenos.

Gabriel Salazar, Mercaderes, empresarios y capitalistas: (Chile, siglo XIX), p. 7.

Este libro es la contraparte de Labradores, peones y proletarios. Formación y crisis de la sociedad popular chilena del siglo XIX (1985), y también, una ampliación en profundidad de algunas ideas económicas esbozadas en Historia de la acumulación capitalista en Chile. Apuntes de clases (2003). Si en el texto de 1985 Salazar describió y analizó el proceso de proletarización de los sectores más modestos de la población, es decir, su transformación forzada en trabajadores para el sistema económico industrial-capitalista, en el de 2009 buscó el origen y las causas de esa transición que produjo "el desgarramiento histórico inmisericorde de la clase popular de este siglo" (Salazar Vergara, Gabriel. Mercaderes, empresarios y capitalistas: (Chile, siglo XIX). 2009, p. 10).

Este texto continúa estableciendo una visión crítica y revisionista en relación al periodo de construcción del Estado republicano, una batalla que se inició con su obra Construcción de estado en Chile (1760 - 1860). No obstante, esta vez, el enfoque del análisis se centra en el ámbito económico y social.

La elaboración del texto y sus conclusiones fueron el trabajo de una larga y laboriosa investigación. Salazar, estuvo trabajando sostenidamente en este texto desde 1972 hasta 2009. Como sabía que sus resultados se contraponían con la visión oficial del periodo, trabajó con mayor celo para fundamentar cada una de sus investigaciones. "Los hallazgos, hasta ese momento, era notoriamente herejes y desmitificadores: atentaban contra las estatuas, los mitos y los héroes de la Nación. Era prudente y conveniente, pues, fundamentar sólidamente cada conclusión, por pequeña que fuera" (Íbidem, p. 11).

En esta obra, Salazar intenta desnudar la lógica empresarial que movió a los fundadores del Estado durante comienzos del siglo XIX, situación que -según él- explica el rumbo político tomado por nuestro país. También, sin abandonar los postulados de la Nueva Historia Social, manifiesta que su publicación tiene una esperanza: "Que la Ciencia Histórica traiga a la luz todas las fealdades ocultas, todos los fantasmas intersticiales de nuestro pasado y nuestro presente, a fin de que la ciudadanía pueda tener una conciencia histórica más limpia y una memoria cultural más llena de verdad" (Íbidem, p. 12).