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Inclinación por las letras

Mercedes Valdivieso interesada desde temprana edad en los libros, a los doce años de edad ya había leído gran parte de una extensa biblioteca que un tío suyo poseía. Su formación literaria fue a partir de autores como Lord Byron, William Shakespeare y Fedor Dostoievsky y obras como Madame Bovary de Gustave Flaubert y El paraíso perdido de John Milton.

Posteriormente, empezó a escribir motivada por su curiosidad y observación de la realidad, definiéndose así como una "escritora del momento que estamos viviendo. Pinto mi realidad con sus problemas económicos, políticos y resultados sociales" (Vexler, Erica. "La brecha, de Mercedes Valdivieso", Eva, 21 de abril, 1961).

Publicó su primer libro (y todos los posteriores) firmando con el apellido de su marido Jaime Valdivieso, tras ser aconsejada por su amigo, el escritor Fernando Alegría, quien le indicó que la famosa Agatha Christie había pasado a la inmortalidad con el apellido de su esposo. Años más tarde, Mercedes Valdivieso recordaría que se habría decidido a publicar por primera vez por "una necesidad de manifestarme, de hacer oír mi voz en desacuerdo con lo que veía. El separarme de mi primer marido había sido un salto social, después debía dar el salto literario. Era entrar en un terreno masculino, en el que las mujeres eran miradas con reserva; se esperaba que nosotros escribiéramos de cierta manera: con el alma y los sentidos, sobre los niños y las flores" (Hayes, Bárbara. "Los atrevimientos de Mercedes", La Nación, 22 de septiembre, 1991, p. 7)

Tras el éxito de La brecha (1961), Mercedes Valdivieso pronto se convirtió en una autora rupturista al retratar en un lenguaje directo y desprovisto de todo subterfugio el tema de la mujer en nuestra sociedad. Dicha temática surgió de su compromiso con la contingencia y "de mi observación sobre el mundo. Yo me había educado en un colegio de monjas muy estricto, muy católico, y veía que a las mujeres siempre se nos ponían ejemplos de gente sufriente, de gente abnegada. La imagen de la mujer era una imagen social desvalorizada" (Zerán, Faride. "Las osadías de Mercedes Valdivieso", La Época, 31 de marzo, 1991, p. 4-5)

Alone, crítico literario contemporáneo a la autora, la consideró como una de las manifestaciones más destacadas del paso la mujer de la literatura. A esto, Mercedes Valdivieso respondió: "Siempre supe que tenía que escribir. Era para mí un imperativo. Al no hacerlo, sentía que le estaba haciendo el quite a mi destino" ("Un Personaje al Trasluz. Autora de La brecha: no soy la protagonista", Ercilla, (1366): 11, 26 de julio, 1961)