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Publicar un libro

En la época en que surgió la Editorial Nascimento, publicar un libro en Chile representaba un esfuerzo enorme. No existían empresas dedicadas exclusivamente al área editorial y muy pocas personas apoyaban publicaciones de autores nacionales. Además, la gente leía mucho más a escritores franceses y españoles y no confiaba en la calidad del trabajo literario chileno.

Antes de Nascimento, existieron iniciativas editoriales de parte de Rafael Jover, español que editó la Historia General de Chile, de Diego Barros Arana y de los hermanos Roberto y Guillermo Miranda. En general, los escritores tenían que autoeditarse y muchos no tenían los recursos, por lo que sus obras quedaban inéditas.

De esta manera, el mayor logro de Carlos George Nascimento fue dar un primer impulso a la literatura chilena: "En un largo período, luché contra la corriente. Me propuse imponer el libro chileno literario como manifestación evidente de la existencia de una literatura chilena. Con algunas contadísimas excepciones, los escritores nacionales no interesaban al público. El público que frecuentaba las librerías era, en general, de formación espiritual puramente francesa, de una refinada cultura. Con algunas excepciones, los autores chilenos no lograban interesar. Ahora observo complacido y lleno de satisfacción, que el mayor cambio en el negocio editorial es la devoción del público por el escritor nacional. Cree en él. Cuando hace más de medio siglo, un cliente entraba en una librería y se le ofrecía una obra de autor de esta tierra, la respuesta era invariable: 'Los escritores chilenos no saben escribir, argüían con rara uniformidad'" (Feliú Cruz, Guillermo. "M. Carlos George Nascimento editor de la literatura chilena", Francisco A. Encina, historiador. Santiago: Nascimento, 1967. p. XLI-XLII).

El mundo intelectual chileno reconoce hoy este gran mérito de Nascimento: "Don Carlos George Nascimento fue el iniciador, entre nosotros de una verdadera Editorial dispuesta a correr aquellos riesgos comerciales, relativos, publicando por su cuenta obras selectas para esas minorías que, al fin, son las conductoras. Son los aciertos que prestigian" (Luis Meléndez. "Don Carlos George Nascimento", La Nación, 2 de septiembre, 1962, p. 3).