Las tertulias literarias se iniciaron en 1930, cuando la librería aún se encontraba ubicada en Ahumada 125. Allí concurrían todos los sábados al mediodía los escritores que se encontraban en Santiago para conversar de literatura, transmitir noticias de los recitales, conferencias, concursos y difundir las novedades de provincia. Con el tiempo estas tertulias se convirtieron en una institución intelectual sólida, según Milton Rossel, constituyeron una "verdadera peña literaria" ("Evocación de la Librería Nascimento", El Mercurio, miércoles 26 de enero, 1966, p. 5).

Luego, las reuniones se trasladaron al nuevo local ubicado en San Antonio 390. Recuerda su hijo Julio acerca de estas reuniones: "Mi madre me llevaba a la librería los días sábados. Ella le ayudaba a mi padre a cerrar la caja. Había una serie de señores conversando que yo los ubicaba porque los nombraba mi padre. Estaban Eduardo Barrios, Mariano Latorre, Luis Durand, Joaquín Edwards Bello (que se asomaba y se iba, según quien estuviera) y tantos otros. Fue algo muy importante, los críticos, todo el ambiente literario que había era muy centrado en las tertulias Nascimento" (Hernández Piceros, Rodrigo. "Editorial Nascimento o el esplendor del libro en Chile", Derrame, (4): 29-33 (noviembre, 2001).