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Colombo (Ceylán)

El 12 de diciembre de 1928, Neruda recibió la noticia de su traslado a Colombo (Ceylán). A pesar de que eran las mismas condiciones salariales -nada de favorables- aceptó el cambio con alegría, pues la vida en Rangoon se le estaba haciendo intolerable.

Se instaló en el barrio de Wellawatha, donde vivió sus momentos más difíciles: "La verdadera soledad la conocí en aquellos días y años de Wellawatha. Dormí todo aquel tiempo en un catre de campaña como un soldado, como un explorador. No tuve más compañía que una mesa y dos sillas, mi trabajo, mi perro, mi mangosta y el boy que me servía y regresaba a su aldea por la noche" (Confieso que he vivido. Barcelona: Argos Vergara S.A., p. 107).

La inercia de ese tiempo se debía, entre otras cosas, a su vida oficial inexistente: "El quehacer llegaba una sola vez cada tres meses, el arribo de un barco de Calcuta, que transportaba parafina sólida y grandes cajas de té para Chile. Afiebradamente debía timbrar y firmar documentos. Luego, otros tres meses de iniciación, de observación solitaria de mercados y templos. Esta es la época más dolorosa de mi poesía" (Confieso que he vivido. Barcelona: Argos Vergara S.A., p. 100).

Por otra parte la falta de dinero no lo dejaba indiferente, tal como le contó a su amigo Héctor Eandi en una carta del 5 de octubre de 1929: "Los cónsules de mi categoría -cónsules de elección y honorarios- tenemos un sueldo miserable, el más reducido de todo el personal. La falta de dinero me ha hecho sufrir inmensamente hasta ahora, y aún en este momento vivo lleno de innobles conflictos. Tengo 166 dólares americanos por un mes; por aquí, éste es un sueldo de un tercer dependiente de botica. Y aún peor: este sueldo depende de las entradas que se reúnan en el Consulado; es decir, que si no hay en un mes dado exportaciones a Chile no hay tampoco sueldo para mí" (Pablo Neruda, Héctor Eandi: correspondencia durante Residencia en la tierra/ Margarita Aguirre (comp). Buenos Aires: Sudamericana, c1980. p. 55).