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Festivales de teatro

Su primera actuación internacional fue en el Primer Festival de las Juventudes en Moscú, al que fueron invitados y obtuvieron el premio al segundo lugar como conjunto. Enrique Noisvander también fue premiado, en segundo lugar, como solista. El éxito en el festival y en las funciones presentadas hablaron del nivel de trabajo que se había logrado hasta ese momento, una agradable sorpresa y un gran incentivo para seguir trabajando. Luego del Festival se reunieron con Jodorowsky y su mujer en Francia, quien había estudiado con dos maestros, Decroux y Marceau, avanzando notablemente en su técnica. Durante este encuentro intercambiaron conocimientos y experiencias, se recluyeron en una casa de campo y trabajaron todos juntos preparando un montaje, mezclando ideas para las obras con las que luego hicieron una gira por Holanda y el norte de Alemania, en la que fueron recibidos y aplaudidos por un público con gran cultura artística y no fáciles de conquistar.

Con esta salida al exterior , la compañía pudo, por primera vez desde que empezó, tener un punto de referencia de su trabajo, que había sido producto interno y original, ya que se habían formado autodidactamente, por así decirlo, sin la influencia de ninguna escuela mayor o anterior, situación normal para el resto de los grupos de pantomima con los que interactuarían. Al ver el trabajo de compañías como de Tomasesky de Polonia, o de Fialka de Checoslovaquia se asombraron y comprobaron que tenían un lenguaje y estilo propio válidos y comparables con cualquiera de las grandes compañías con las que compartieron los escenarios europeos, una manera propia de hacer pantomima, resultado espontáneo de las circunstancias, tanto geográficas como culturales, de la génesis del Teatro de Mimos Chileno.

La influencia de la estadía en Europa se tradujo en una simplificación total, se eliminó la música y la escenografía y el vestuario se redujo al mínimo: malla negra, cara blanca y solo algún detalle de color. Pero todos los cambios fueron parte de un largo proceso de búsqueda, en el que no pocas veces se retomaron y se volvieron a dejar elementos y accesorios. Así, poco a poco, se fue descubriendo un estilo y un lenguaje, una esencia que años más tarde, con éxitos y fracasos, con giras y premios, sobre todo con mucho aprendizaje y experiencia en el cuerpo, fueron capaces de definir ellos mismos.