El entusiasmo los llevó a pensar en una sala propia y también el ejemplo de otras compañías que autogeneraban lugares para actuar. Todas las salas estaban ocupadas. Había que conseguir un sitio donde poder actuar. Pensaron en parques, plazas, etc., hasta que surgió un lugar, el patio del fondo de la Casa de la Luna Azul, un sitio eriazo donde se acumulaban escombros de artesanos, escultores y artistas del barrio. Luego, apareció un químico inventor llamado Frenk, que había creado la tela sintética del futuro, dos capas de polietileno grueso y entre las dos una malla de plástico, material irrompible, incombustible, eterno. Se llamaba Petropol. Le regaló a la compañía metros y metros de la tela para montar un teatro pero, ¿sobre qué estructura? Se pensó en un esqueleto de tuberías de PVC. Ahora lo difícil era montar sobre la estructura armada los metros de petropol, que pesaban bastante, con el esfuerzo las tuberías de pvc cedían, se doblaban, pero después de un arduo trabajo la compañía tuvo su propio teatro, levantado por sus propias manos y con un capital mínimo, con techo y paredes de petropol. Se reestrena Adiós papá y se inaugura asi el Teatro Petropol.

Eventualmente los mimos se trasladan al teatro de la Comedia, ya que con las primeras lluvias el petropol se empezó a llover, por cada remache, por cada puntada mal dada se goteaba, en cada pliegue el agua se acumulaba buscando su salida por el primer agujero que encontraba filtrándose hacia el interior. El invierno lo pasaron subidos en altas e inestables escaleras, cosiendo la tela mientras el agua les corría por los brazos. Oscar Figueroa decidió reconstruir el teatro bajo conceptos mas lógicos y prácticos, trabajando con maestros rehace el teatro. Mientras, en La Comedia, los mimos presentaban el espectáculo infantil Cuentos para reír y mirar, donde aplicaron un recurso descubierto que es un aporte al desarrollo de la obra, durante la actuación los mimos se relacionan con los niños y se produce una conversación, y en el taller ensayan una comedia musical sobre la educación sexual de los chilenos.

En Noviembre de 1972 se estrenó en el Teatro Petropol, Educación Seximental. En Diciembre el Círculo de Críticos de Arte les entregó el premio anual de teatro por su labor, pero especialmente por esta última obra.