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Disco

El soporte musical más importante durante gran parte del siglo XX fue el disco. En el período comprendido entre la década de 1940 y 1960, éste vivió una notable evolución en cuanto a lo que implicaba fidelidad en sonido y durabilidad, lo que asimismo permitió que la música envasada tuviera una durabilidad y resistencia en el tiempo que no había vivido en su historia.

El material original, desarrollado en la primera mitad del siglo, fue el acetato. De consistencia rígida y frágil a la vez, era reproducido a 78 revoluciones por minuto. Desde el año 1945, en gran medida favorecido por los adelantos tecnológicos generados en la Segunda Guerra Mundial, surgió un nuevo material para la fabricación; el vinilo, material plástico, flexible, de mayor durabilidad y que permitía mayor fidelidad del sonido.

El nuevo formato de grabación esta vez se reproducía a dos velocidades: 45 rpm. y 33 1/3 rpm. En el primer caso, los discos, conocidos como sencillos o singles, permitían la grabación de una canción por lado, de una duración aproximada de 3 minutos cada una. En el segundo caso, la grabación permitía una duración de aproximadamente 22 minutos por cada lado, por lo que se conocían como discos de larga duración o long play (Lp). Ambos formatos fueron la base de la difusión de la Nueva Ola hacia el público masivo, transformándose muchas veces las carátulas de aquellos discos en verdaderos afiches con los que los fanáticos decoraban sus paredes.

A mediados de los años 1950 la mayor parte de los discos en Chile se grababan con la técnica de alta fidelidad o high fidelity (HF), que significaba eliminar el ruido de la aguja y darle mayor profundidad al sonido musical. Posteriormente, en 1958, la RCA Victor presentó en Santiago el último adelanto en grabación; el sonido estéreo, con el cual se pretendía obtener la sensación exacta de la audición en vivo y en directo. El primer disco grabado en Chile en esta última técnica, fue en junio de 1962 y contenía la música del último Clásico Universitario.

En gran parte la Nueva Ola tuvo su auge e importancia, gracias a la evolución de este fundamental soporte.