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Lola Botka (1910-2006)

Lola Botka nació en la ciudad de Budapest, Hungría, en 1910. Desde muy pequeña comenzó a manifestar un fuerte interés por la danza, camino que inició en la Academia de Olga Szentpal-Stricker -discípula de Émile Jacques Dalcroze-, donde aprendió sobre rítmica e hizo sus primeras armas en la danza moderna alemana. En 1928, a los 18 años de edad, hizo su primera aparición como bailarina profesional en el Festival de Munich, la vitrina más importante de la danza en Europa. Allí Botka presentó su propia obra "Él, ella y el otro". El éxito fue inmediato, por lo que fue contratada por Kurt Jooss para ser parte del Ballet de Essen. Esa misma noche, en el público, se encontraba uno de los integrantes del ballet Jooss, Ernst Uthoff, quien se convertiría no solo en su futuro compañero de trabajo sino también en el amor de su vida.

Durante los años que participó en la compañía de Kurt Jooss, Lola Botka fue reconocida por sus notables interpretaciones: destacó como bailarina de carácter en personajes tales como "la vieja madre" en La Mesa Verde, obra que dio inicio al éxito del Ballet Jooss. A lo largo de su carrera, se la recuerda por interpretaciones tan diversas como "el tony musical" en Alotria, "la madre" en El Hijo Pródigo y la "gitana" de Coppelia.

Botka llegó a Chile en 1940 con motivo de la gira latinoamericana que realizó el Ballet Jooss. Luego de la disolución de la compañía en Venezuela fue invitada junto a Ernst Uthoff y a su compañero y amigo Rudolf Pescht a formar la primera escuela de danza y el primer ballet profesional chileno en la Universidad de Chile. Durante los primeros años se desempeñó como maestra e intérprete, ejecutando los papeles centrales de los primeros ballets de Uthoff.

Se caracterizó por su facilidad para la interpretación y, sobre todo, por el dominio del gesto. Su disciplina la llevó a convertirse en uno de los referentes de la danza chilena, desarrollando importantes labores dentro de la creación de personajes.

Durante los más de 60 años que estuvo en nuestro país consolidó a dos familias: una dentro del Ballet Nacional Chileno y otra en su hogar, conformado por Ernst Uthoff y sus hijos Michael y Andrass. A pesar de su salida de la Universidad de Chile, mantuvo siempre un profundo amor y preocupación por esta institución y su cuerpo de ballet. Falleció en nuestro país el 28 de noviembre del 2006.