Desde la década de 1930 se produjo un proceso de aceptación y valoración de la fotografía como objeto artístico y medio de expresión. Entre los hitos que incentivaron este fenómeno están las numerosas exposiciones y concursos fotográficos surgidos en dicho periodo, además de la creación de los primeros Clubes Fotográficos, integrados tanto por profesionales como aficionados.

En 1943 se inauguró el II Salón del Círculo Fotográfico. Este certamen tenía por objetivo la premiación y el reconocimiento a la obra de los fotógrafos más destacados del momento; y en ellos participaron reconocidos artistas de la fotografía como Egidio Heiss, Ignacio Hochhausler y otros.

En 1944, el máximo reconocimiento recayó en Jorge Opazo, debido a la maestría de su técnica y a su particular sensibilidad artística.