Oreste Plath se hizo conocido en el ámbito literario a partir de sus colaboraciones poéticas en revistas locales. A su vez, junto a Jacobo Danke, publicó Poemario, por el cual obtuvo el primer premio en el concurso de Valparaíso de 1929. Ya más adelante, en 1936, publicó otro libro, Ancla de Espejos, el que fue apoyado también por Jacobo Danke.

En esta época decidió adoptar su seudónimo, lo mismo hizo su compañero de letras: "Nos tuvimos que cambiar el nombre: él se llamaba Juan Cabrera Pajarito y yo César Octavio Müller. De esta manera, no vamos a llegar a ninguna parte le dije. Por supuesto nos sentíamos poetas" (Vial, Sara. "Oreste Plath y sus recuerdos", La Estrella, 15 de noviembre, 1997, p. 8-9).

Su marcado interés por la poesía se evidenció en las antologías que publicó posteriormente. Un libro pionero lo constituyó Luciérnaga, pues fue una de las primeras selecciones poéticas dedicadas a niños que, además, estuvo basada en criterios pedagógicos y literarios.

Por su parte, el volumen Poetas y poesía de Chile, constituyó una exposición de autores, desde Gabriela Mistral hasta las nuevas generaciones, entre ellos: Ángel Cruchaga Santa María, Juan Guzmán Cruchaga, Vicente Huidobro, Pablo de Rokha, Juan Marín, Winett de Rokha, Salvador Reyes, Pablo Neruda, Alberto Rojas Jiménez, Marta Brunet, Teófilo Cid, Nicanor Parra, Óscar Castro, María Monvel, Jacobo Danke y Luis Enrique Délano. Para su composición Oreste Plath adoptó tres directrices: "un poema puro, un poema de color nacional y un poema de entonación social, siempre, naturalmente, que ellos nos ha sido posible, si la obra de los poetas se ha desarrollado en estos planos" (Poetas y poesía de Chile. Santiago: Talleres Gráficos La Nación, 1941, p. 8).