La xilografía es una técnica de impresión en la que múltiples copias de una imagen se estampan a partir de una plancha de madera tallada. Al entintar la superficie de la matriz -o "taco"-, las incisiones practicadas sobre ella no reciben pigmento, por lo que la imagen resultante reproduce solo las áreas que no fueron intervenidas con la gubia. La práctica de la xilografía en Chile data del siglo XVI, época en la que se introdujo para la impresión artesanal de barajas de naipes. Recién con la aparición de la Lira Popular a fines del siglo XIX, esta técnica gráfica logró adquirir en nuestro país una expresividad propia, más allá de lo utilitario.

La litografía, por su parte, es uno de los procedimientos llamados de superficie y está basado en un simple proceso químico: el de la repulsa del agua por la grasa. La imagen que se quiere obtener se dibuja invertida con lápiz graso sobre una piedra litográfica. Luego, se moja toda la superficie y se aplica sobre ésta una capa de tinta grasa, de modo que ésta se adhiere solo a los trazos previamente dibujados, que son los que se reproducen finalmente sobre el papel. La litografía -técnica creada en Alemania hacia el año 1800- llegó a Chile de la mano de Lord Cochrane, quien realizó las primeras impresiones a través de éste método.