En la primera mitad del siglo XIX la presencia extranjera en Valparaíso fue abundante y creciente.

De acuerdo con lo relatado por el científico viajero alemán Eduard Poeppig, quien vivió en Chile entre 1827 y 1829, en esa época el ajetreo comercial no dejaba a los porteños espacio para la vida intelectual "y ni siquiera las cafeterías ofrecen periódicos". Sin embargo el 3 de octubre de 1826 apareció el primer preriódico porteño, el Telégrafo Mercantil y Político fundado por los socios Pedro Félix Vicuña -padre de Benjamín Vicuña Mackenna- e Ignacio Silva Medina. La publicación se extinguió en abril de 1827, pero no los afanes de sus gestores quienes el 12 de septiembre del mismo año dieron a la luz El Mercurio de Valparaíso, el cual además de ser su predecesor, mercantil y político, declaró ser también literario. Y así fue. Amén de los propios fundadores y personalidades políticas y mercantiles chilenas de la época, tuvieron en sus páginas tribuna, incluyendo a porteños, intelectuales de todo el continente. Entre sus redactores se incluyeron a José Joaquín Vallejo (Jotabeche), intelectuales argentinos exiliados como Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Simón Rodríguez -maestro de Simón Bolívar-, el autor de María, el colombiano Jorge Isaacs, durante su consulado en Valparaíso, y Andrés Bello, entre otros.

Este diario continúa hasta el día de hoy ofreciendo sus páginas a la creación regional y a la difusión de esta. A través de su historia, entre los innumerables escritores regionales que han escrito en El Mercurio, se destacan Ernesto Montenegro, Joaquín Edwards Bello, Sara Vial, Roberto Ampuero, Víctor Rojas, Marcelo Novoa, Alejandro Pérez, Eugenio Rodríguez, Carlos León (padre e hijo).