Subir

Idea parlamentaria de gobierno

Las funciones del Congreso se ajustaron a la creación política del liberalismo, es decir al naciente parlamentarismo, utilizando aquellas disposiciones que dieron margen a que la Constitución de 1833 fuera interpretada como parlamentaria, especialmente las denominadas leyes periódicas, es decir, aquellas que cada cierto tiempo debían ser aprobadas por el Congreso, a proposición del Ejecutivo.

Para Pedro Montt, las leyes periódicas fueron siempre resortes del régimen parlamentario, así como la interpelación sirvió a los intereses políticos del Congreso, pues fue usada para presionar u orientar las acciones del Presidente de la República. Por otra parte, sobre la acción y dependencia de los Ministros de Estado, Pedro Montt señalaba que "el presidente por si sólo nada puede hacer: necesita del concurso del ministerio, y éste no puede marchar sin estar apoyado por el Congreso, ni puede prestar su cooperación al presidente sino para lo que esté de acuerdo con sus ideas y propósitos". Es decir, para Pedro Montt los ministros no eran otra cosa que los representantes de las mayorías partidistas ante el Ejecutivo. Las leyes periódicas, la interpelación y las demás prácticas parlamentarias sirvieron en un primer momento al equilibro de poderes, pero pronto se convirtieron en útiles medios para subordinar al Presidente de la República a las fluctuantes y veleidosas mayorías políticas.