El cine y el teatro recibieron un espacio destacado en Pro Arte. Ambas disciplinas fueron abordadas con un afán reflexivo en los cientos de artículos publicados sobre esta materia. No se trataba de establecer una mera cartelera, sino más bien de dar cuenta del sustrato creativo que se escondía tras las múltiples iniciativas desarrolladas por cineastas y dramaturgos de nuestro país. Se buscaba, además, dar a conocer las tendencias mundiales, desde Brecht hasta Artaud, pasando por Claudel y Stanislavski.

Según plantea la académica Carola Oyarzún: "Pro Arte, a diferencia de las otras revistas culturales de la época, realizó una labor de difusión y crítica en que intervienen distintos agentes del mundo teatral: actores, escenógrafos, directores, productores, críticos y académicos. Esta pluralidad, especialmente la de la voz de los directores franceses más influyentes como Jouvet, Copeau, Dullin y Barrault, permite reconocer quiénes fueron los referentes más directos de la renovación teatral chilena de los años cuarenta" (Oyarzún, Carola. "El semanario Pro Arte y la difusion del teatro frances", Taller de Letras, (32): 165-178, mayo de 2003).