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Propuestas de reorganización

En la década del treinta, en congresos como la Primera Conferencia Nacional de Enfermeras de 1934, se abordaron los problemas detectados en la formación de estas profesionales y las propuestas para mejorarlos. Examinando la calidad del estudiantado, enfermeras y médicos señalaron que las alumnas provenían de un origen social humilde y que contaban con una formación escolar deficiente. Con insistencia se recomendó realizar una selección más rigurosa del alumnado y, en respuesta, las reformas elevaron progresivamente el nivel escolar para postular. Por otra parte, los entendidos afirmaban que la profesión no atraía a las jóvenes más educadas, porque las expectativas salariales eran mediocres y sin posibilidad de ascenso. Tal problema mejoraría bastante en la década del cuarenta.

En cuanto a los establecimientos, desde los años veinte se reiteró numerosas veces que los internados eran inadecuados; la excepción era la Escuela de Enfermeras Carlos Van Buren de Valparaíso, abierta en 1935, la cual recibió elogios por sus instalaciones higiénicas, confortables y bien equipadas. No obstante, la Escuela de la Universidad de Chile, contó con mejor infraestructura hacia 1936.

Respecto a los programas de estudio, los prospectos indican varias reformulaciones entre principios del siglo XX y el año 1951. En 1936 se incorporaron nuevos ramos como nutrición, kinesioterapia y administración hospitalaria. Sin embargo, el cambio más radical se produjo en 1947, a raíz de la influencia de la enfermería norteamericana. El currículum se orientó definitivamente hacia la medicina preventiva y la sanidad pública, con énfasis en la educación. Un objetivo de esta reforma fue formar un solo tipo de enfermeras, acabando con la separación entre hospitalarias y sanitarias. A partir de esto, el postgrado de un año para formar enfermeras sanitarias se sustituyó por un plan de estudios común que se extendió de tres a cuatro años. El programa fue elaborado por una Comisión de la Asociación Nacional de Enfermeras, el cual aprobó el gremio en su Primer Congreso Nacional de Enfermeras realizado en Concepción en 1948, y que entró en marcha el año 1951.