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academia

Desde la Real Universidad de San Felipe que se transformó en la Universidad de Chile en 1842, pasando por el Instituto Nacional, hasta la Academia de Pintura en 1849, la segunda mitad del siglo XIX se caracterizó por establecer, ampliar e institucionalizar los campos de la actividad intelectual, particularmente desde el mandato de Manuel Bulnes (1841-1851).

La idea de la academia como sociedad científica, literaria y artística con autoridad pública se hace evidente desde la década del ochenta del siglo XIX. Un año antes de la aparición de la Revista de Artes y Letras, se celebraba la sesión de instalación de la Academia Chilena de la Lengua, el 5 de junio de 1885. La revista publicó boletines y sesiones de la Academia Chilena de la Lengua y también estudios de pintura y literatura que corresponden a un diálogo disciplinario que supera la polémica contextual y responde a un trabajo de largo aliento, aplicando las formalidades del discurso académico en su especialización y conocimiento de la tradición literaria.

Destacan en la revista los estudios de corte filológico hechos por Miguel Luis Amunátegui, los estudios de retórica y estética, y la importancia otorgada a la enseñanza a través de la gramática, así como los estudios lingüísticos acerca del habla castellana, incluso de lo que desde fines del siglo, se comenzó a llamar "chilenismos".