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descripción del español de Chile

Fundamental resulta la labor efectuada por Rodolfo Lenz con el fin de determinar las características del español hablado en Chile a fines del siglo XIX y principios del XX, es decir, la descripción de la lengua desde una perspectiva sincrónica. La mayor parte de estas obras las escribió en alemán durante sus primeros años en el país: Chilenische Studien (1892-1893), Beiträge zur Kenntnis des Amerikanospanisch (1893) y Zur spanischamerikanischen Formelehre (1891). Recién en 1940 y por iniciativa de la Biblioteca de Dialectología Hispánica, dirigida por el erudito Amado Alonso, se tradujeron al español en una compilación denominada El español en Chile, en la que también se incluyó una de las obras fundacionales sobre nuestra variedad dialectal: Advertencias sobre el uso de la lengua castellana, dirigidas a los padres de familia, profesores de los colegios y maestros de escuelas, de Andrés Bello.

En Estudios Chilenos, Lenz realiza una amplia descripción de la fonética del español de Chile, considerando cada uno de los sonidos y el tipo de relación que se establece con otros. Además, describe realizaciones fonéticas muy comunes dentro de nuestra variedad, como la confusión de r y l, en, por ejemplo, sordado (por soldado). Sin embargo, aparte de la minuciosa presentación de los rasgos fonéticos, es muy importante la clasificación social que hace de los hablantes, taxonomía que permite sistematizar ciertas correlaciones sociolingüísticas, al asociar determinadas pronunciaciones con un segmento social.

En segundo lugar, en Sobre la morfología del español de América, realiza una exhaustiva revisión del voseo -entendido como el uso del pronombre vos o su correspondiente forma verbal para dirigirse a la segunda persona singular- y sus características de producción. En tercer lugar, en Dialectología hispanoamericana, recoge, principalmente, la partición dialectal que realiza Alejandro Cañas Pinochet.

En todas sus obras y especialmente en Para el conocimiento del español de América, Lenz defiende la hipótesis de que la lengua hablada en Chile es español con sonidos mapuches, teoría conocida como la tesis sustratista. Esta atribuye el origen de diversos fenómenos -como la aspiración o pérdida de s al final de sílaba o palabra (pahto por pasto, niño por niños) o el debilitamiento de d entre vocales (abogao por abogado)- a la influencia del habla indígena. Sin embargo, desconocía el filólogo alemán que la mayor parte de estas pronunciaciones son comunes más allá de nuestras fronteras y, particularmente, en Andalucía y las Islas Canarias. Amado Alonso en "Examen de la teoría indigenista de Rodolfo Lenz" (1953) revisa extensamente la teoría indigenista y señala que las influencias expuestas por Lenz no fueron tales, en la medida en que se presentan en más de una región de los países de habla hispana que no han tenido contacto alguno con el mapudungun. Se trata, en realidad, de fenómenos que se explican por la evolución interna de la propia lengua.