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la recolección de vegetales

Es sumamente difícil saber, en qué medida los primeros habitantes de nuestro territorio utilizaron la flora nativa o silvestre al momento de sus primeras exploraciones o cuando decidieron asentarse definitivamente en un ambiente propicio. Mediante las técnicas arqueológicas convencionales, el trabajo necesario para recuperar esta clase de evidencias se ve complicado por dos razones, la primera, la antigüedad de los depósitos pleistocenicos que usualmente los somete a modificaciones geológicas mediante procesos de alteración de los suelos; la segunda, los procesos de descomposición de la materia orgánica expuesta a la atmósfera terrestre.

Gracias a la excepcional conservación del sitio Monte Verde, bajo un estrato orgánico fosilizado que selló el depósito, una gran cantidad de restos de plantas carbonizadas y otras sin carbonizar fueron excavados y analizados por los botánicos. Muchos de estos restos, se piensan, sirvieron como complementos a la dieta, medicinas, materiales de combustión y elementos constructivos a los habitantes del sitio.

Las investigaciones de Tom Dillehay y sus colaboradores, han arrojado conclusiones sorprendentes, entre ellas que los habitantes de Monte Verde conocían detalladamente los recursos vegetales tanto del medio local, como del Centro de Chile y de la Patagonia, al oriente de los Andes. En efecto, de 73 tipos de plantas; 28 de ellas fueron obtenidas en tierras lejanas al sitio, por ejemplo, de la costa, de las planicies de inundación del río Maullín y de la cordillera; 22 especies no provienen del ambiente local, es decir, corresponden a plantas que crecen en las dunas costeras, estuarios marinos y el mar -como las cuatro especies de algas identificadas, una de ellas comestible (Sargassum sp. ). Nueces (Gevunia avellana), frutas y bayas fueron recolectadas entre el fin de la primavera y el verano. Semillas disponibles durante todo el año, como las de junco, papas y nalcas, representan el mayor porcentaje de evidencias en el sitio. Cerca de 23 plantas de uso o con propiedades medicinales fueron recuperadas de los pisos de las habitaciones excavadas, dentro de ellas, dos crecen en las cercanías del sitio, mientras otras cuatro, dentro de ellas el Boldo, son originarias de los bosques de Chile Central.

Según las plantas recolectadas durante invierno y verano en el año 12.500 a.C., es posible que, a diferencia de lo que muchos arqueólogos piensan, el campamento habitacional de Monte Verde fuera utilizado estacional o anualmente con partidas de recolectores a nichos próximos durante verano y hacia la cordillera y los maullines o áreas pantanosas en invierno. Los recursos vegetales provenientes de grandes distancias pudieron ser obtenidos también mediante intercambios con otros grupos.