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Segundo año

El cambio más notorio en este segundo año fue la incorporación del color a las portadas. En cuanto a las secciones, permaneció y fue más constante "Conversando sobre Arte", de Ricardo Richon Brunet, un verdadero aporte al debate intelectual de la época. Por otra parte, desaparecieron la sección de ingeniería a cargo de Santiago Marín y "Charlas", de Carlos Luis Hübner.

Durante este año, Selecta estuvo dedicada casi completamente a comentar las celebraciones del Centenario de la Independencia tanto en Argentina como en Chile. Entre los artículos más destacados aparecidos en 1910 estuvieron: "Crónica del Centenario. La ciudad de Santiago. Sus planos y transformaciones", de Benjamín Vicuña Subercaseaux, expuesto en abril; "A propósito del Centenario Argentino", escrito por Lorenzo Anadon en mayo; "La Lírica del Centenario. La ciudad de Santiago", presentado en junio; "Chile a través del siglo", de Fernán Ruiz, en septiembre, y "La Exposición Internacional de Bellas Artes", por Pedro Lira, publicado en octubre.

Algunos colaboradores nuevos fueron: Álvaro Bradomín, quien escribió sobre la batalla de Maipú; Santiago Rusiñol; Fernán Ruiz, que se dedicó a escribir artículos sobre Santiago y acontecimientos históricos; Antonio Bórquez-Solar, quien consagró numerosos ensayos al estudio del arte.

En este período, Selecta se perfiló cada vez más hacia el ámbito artístico; hay más artículos dedicados a artistas y sus obras y en casi todas las páginas se encuentran reproducciones de pinturas y esculturas. Por otra parte, adquirieron mayor fuerza los estudios de teatro, incluso se publicaron breves obras dramáticas para ser leídas. Una de ellas fue: Alma de muñeca, comedia infantil para ser representada en un teatro de juguetes del autor Gabriel Del Mar, aparecida en noviembre de 1910.

A fines de ese año, en diciembre, Miguel Luis Rocuant inauguró la sección "Las blancuras sagradas", dirigida al estudio de los escultores y sus obras.

En el área literaria, se recibieron numerosos relatos de autores extranjeros, tales como Emilia Pardo Bazán, Rubén Darío, Oscar Wilde, entre otros.

Para asegurar su mantenimiento, Selecta acogió a la publicidad. Algunos de los auspiciadores fueron: los perfumes concentrados "Stilli Flore"; "Sedlitz", el mejor de los purgantes; "Créeme Simon", la gran marca de las cremas de belleza; "Casa Muzard", amoblados, decoraciones y tapices, y Harina Lacteada Nestlé.