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Características socioculturales

A comienzos de siglo XX, las empleadas domésticas tenían entre sus principales características socioculturales el hecho de ser un grupo conformado por mujeres jóvenes y migrantes provenientes de zonas rurales que se empleaban bajo la modalidad de puertas adentro, es decir, viviendo en el hogar de sus empleadores. De allí la existencia del estereotipo de la empleada que migra a la ciudad en busca de una mejor calidad de vida, pero que, una vez en la ciudad, enfrenta los avatares y peligros, sobre todo morales, que conllevaba la vida urbana y el trabajo. Esta imagen quedó plasmada en el cine, la literatura y otras tantas creaciones artísticas nacionales.

A finales de los años ochenta y principio de los noventa esta situación comenzó a cambiar. Desde entonces, gran parte de las trabajadoras de casa particular ya no se empleaban puertas adentro, y la mayoría de estas eran originarias de países fronterizos que experimentaban durante este período graves crisis económicas y políticas.

En la actualidad, las empleadas domésticas se conciben a sí mismas como profesionales que conocen y exigen sus derechos laborales.