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Huipampa, tierra de sonámbulos

Nicasio Tangol publicó su primera novela Huipampa, tierra de sonámbulos, en 1944. En este libro destaca el equilibrio narrativo entre la realidad agresiva y hostil de un territorio violento por las injusticias sociales y la presencia del mundo edénico sustentado en las creencias indígenas.

"Cuando el sol pasa, evaporando la humedad, un vaho espeso y pegajoso cubre enteramente la isla. Este vaho esparce misterio y modorra; junto a él caminan el mito, la leyenda y la superstición..., si el sol logra desahacerlo, cae polen de amapolas sobre la tierra (...)

La lluvia, que a veces logra barrer la sombra gelatinosa del mito y la leyenda, se hace también misteriosa... Misterio de agua y sol, nutria transparente y gigantesca que corroe las entrañas vírgenes y hojosas de las islas; tierra blanda, cubierta de hojas frescas y transida de lágrimas y quejumbre de matorral.

En este ambiente viven los isleños... Sobre la yema de sus dedos danza el misterio, y el grito de espanto es ave asustada entre sus labios. Leyenda y misterio es para ellos vientre voluminoso dentro del cual se mueven como buzos desorientados; de cuando en cuando estiran sus largos brazos de bogadores, sus dedos arañan el infinito, y luego rastrojean el universo restringido y miserable que contornea la lluvia y agujerea la borrasca". (Fragmento de Huipampa, tierra de sonámbulos. Santiago de Chile: Edit. Cultura, 1944. Página 18-19)