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Causas Perdidas (1984)

Causas perdidas, el primer libro de Teresa Calderón, está dividido en tres secciones: "Causas perdidas", "Un día es mucho tiempo" y "Suspensión de hostilidades". Floridor Pérez, el autor del prólogo, describe el estilo de la autora como epigramático, cargado de humor y de innegable fuerza lírica, a través de la cual se revela "una despiadada sinceridad en la visión femenina de la relación conyugal" (Causas perdidas. Santiago: Antumales, 1984, p. 8). La primera sección, titulada igual que el libro, se distingue por mostrar un tono marcado por la sospecha y la desconfianza, por ejemplo, en "Ambigüedad del signo lingüístico":

"To be or not to be".
El manido dilema del sujeto.
No está claro
si es cuestión de idioma
o perspectiva,
porque sencillamente
las cosas son distintas
y nunca se está seguro
si él,
sujeto es,
o él
sujeto está.

En "Un día es mucho tiempo", a diferencia de la mayoría de los poemas que componen el opúsculo, caracterizados por su brevedad, destaca "Crónica", un largo poema a la vez distanciado e irónico sobre la muerte del actor de Hollywood y símbolo sexual de los años veinte Rodolfo Valentino. De la sección "Suspensión de hostilidades" sobresalen los poemas "A diez round", en el que se describe una pelea matrimonial como si se tratara de una competencia de boxeo y "Paisaje doméstico", en el que el hablante retrata la vacuidad de los ritos domésticos cotidianos.