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Testamento

"Testamento es una de las cosas del mundo en que más deben los hombres tener cordura cuando lo hacen... Testatio mentis son dos palabras del latín que quieren tanto decir en romance como testimonio de la mente y de estas palabras fue tomado el nombre de testamento y en él se encierra y se pone ordenadamente la voluntad de aquel que lo hace".

Alfonso X El Sabio. Sexta Partida, Título I, Ley I).

Con estas palabras la legislación de las Siete Partidas definió el testamento. Originario de la Edad Media, fue un documento en el que los individuos hacían una confesión de fe y de devoción cristiana. Con acierto, Jacques Le Goff lo llamó "el pasaporte para el cielo" (Le Goff, Jacques. La bolsa y la vida. París: Gedisa, 1986, p. 65), porque en él los individuos disponían del destino de su cuerpo y alma, luego de la muerte. También, del vestuario en el momento de su entierro y el número de misas que querían se les cantase. Pronto, se fueron apuntando en ellos sucesos de la vida más terrenales y mundanos como la posesión de bienes.

Era de carácter obligatorio para las personas libres y fue utilizado tanto por los miembros de la elite como por mestizos, indios, mulatos y negros. Los esclavos estaban impedidos por ley a realizar testamentos, aunque hubo casos en que se les permitió con la venia de sus amos. Quienquiera que fuese el otorgante debía demostrar, además, que estaba en su "entero juicio, memoria y entendimiento natural".

El testamento se podía redactar en el momento en que se presentía la muerte, fuese por enfermedad, por un accidente o por la realización de un viaje que pondría en riesgo la vida. Todos comienzan con la cláusula "En el nombre de Dios Nuestro Señor Todopoderoso. Amén", para luego dar información sobre el origen geográfico, la filiación, la situación social, los vínculos del parentesco, las redes socio-económicas, la tenencia de bienes, la ascendencia, la descendencia y la repartición del patrimonio entre otros.

Por esas características, diversos historiadores han analizado la utilidad del testamento como documento histórico. Uno de los pioneros en Chile fue Julio Retamal Ávila, para quien el testamento constituye una pequeña autobiografía que permite conocer detalles económicos y sociales de los sujetos. René Salinas Meza, por su parte, postula que es un documento importante para conocer aspectos de las mentalidades de los sujetos en una época determinada.

En la actualidad, existen varias compilaciones sobre estos documentos.