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trata negrera

La trata de esclavos por el Atlántico entre los siglos XV y XIX, fue uno de los movimientos migratorios forzosos más voluminosos de la historia. Las principales potencias marítimas de ese tiempo -portugueses, holandeses, franceses e ingleses- se disputaron el negocio negrero. Durante 400 años, cerca de doce millones de africanos fueron obligados a vivir la traumática experiencia del Middle Passage: el traslado náutico a la fuerza desde las costas del Atlántico hacia el Pacífico.

Sin embargo, la venta de esclavos en África existió mucho tiempo antes. Los comerciantes árabes trasladaron negros por el Desierto del Sahara hacia el norte del continente, Medio Oriente y la India. Fue el descubrimiento de América y la necesidad de mano de obra para el aprovechamiento de los recursos, la que reorientó un comercio que existía con anterioridad.

El Reino de Chile no estuvo exento de las redes del comercio de esclavos. Ni siquiera su ubicación geográfica -cuya lejanía del Atlántico y África supondría un aislamiento- lo marginó del tráfico internacional. Menos aún, cuando nuestro país experimentó agudas crisis laborales en el período colonial, parte de ese contingente también llegó a nuestro país.

El historiador Rolando Mellafe advirtió que nuestro territorio se conectó al mercado externo mediante dos caminos: la ruta del Pacífico -Cartagena, Portobelo, Guayaquil, Lima y Valparaíso- y la ruta continental -Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santiago.