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Agua removida (1964)

Agua removida es el primer poemario de Waldo Rojas, publicado por las Ediciones Boletín del Instituto Nacional. Fue escrito en 1962 y publicado dos años más tarde. El libro abre con un epígrafe de Miguel Hernández: "Tus ojos parecen/ agua removida/ ¿Qué son?/ Tus ojos parecen/ el agua más turbia/ de tu corazón/ ¿Qué fueron?/ ¿Qué son?" (Rojas, Waldo. Agua removida, p. 9). Según Mario Reinero, autor del prólogo, este texto, tanto por el lenguaje empleado como por la temática, "está ubicado dentro del más genuino romanticismo inteligentemente entendido" (op. cit., p. 6). Poemas como "Regreso" hacen referencia al amor juvenil, mientras que otros están dedicados a los viajes ("Poema lento I") y a las despedidas ("Poema lento II").

Según el crítico José Correa Camiroaga, el autor se ha empeñado en eliminar este título de su bibliografía por no pertenecer a su "proyecto poético". Sin embargo, hay poemas que anuncian ciertas preocupaciones que el autor desarrollará más tarde en su obra, como por ejemplo, la écfrasis -es decir, la descripción verbal de una representación visual- en el poema dedicado al grabador Santos Chávez o una reflexión entre paréntesis sobre el paso del tiempo en "Sequía" (p. 19):

(... este minuto es negro,

o es delicadamente

azul o rojo latente,

rojo y blanco lento...)

La sinestesia que aúna la percepción temporal y la sensorial en esta estrofa es una clara muestra de que el poeta, más que intentar comunicar un mensaje, trabaja con las palabras en un sentido productivo. Con respecto a esto, Rojas ha señalado: "Los filósofos y los teólogos trabajan con ideas pero los poetas trabajan con palabras y las palabras son ya un mito sobre la realidad, sobre las cosas. Primero [está] el deseo de hacer un poema, que viene seguramente de una fijación sobre el lenguaje más que sobre las cosas, porque lo primero que el poeta encuentra en su trabajo, son las palabras, no las cosas que están detrás de las palabras" (Rojas, Waldo. Poesía continua. Santiago: Editorial Universitaria, 1995, p. 101). En Agua removida Rojas utiliza la metáfora del cuerpo como madero que se quema ("Instantes") e inscribe. Además, hay referencias a la letra, la pluma, el papel y las imágenes, como una suerte de inventario de los materiales del trabajo poético.